uego de una investigación, el oftalmólogo del Hospital Naval Ushuaia, Mariano Arriaga Ferre, pudo confirmar que la disminución de ozono en Tierra del Fuego ha generado serias lesiones en la vista. Este fenómeno se registra por la incidencia de los rayos UVA, que son un rasgo de la longitud de onda de la luz que afecta directamente a la retina. Esta radiación trae aparejada la disminución de la visión, del campo visual, la sensibilidad de la luz y la sequedad de los ojos, y por ahora no se conoce una cura.
La hipótesis pudo confirmarse luego de analizar durante más de dos años a la población de marinos, que llegaron a padecer de retinopatías graves; por pasar largos periodos en alta mar, donde el agujero de ozono permanece por más tiempo y la refracción del agua afecta directamente.
En diálogo con el diario del Fin del Mundo, el especialista reconoció que si bien la radiación recibida en la provincia es muy similar a la de Buenos Aires, en esta zona se registran más afecciones en la retina, ya que éste es el único lugar del mundo donde el agujero ingresa a la tierra, y en el mar permanece por más tiempo. Asimismo aseguró al igual que la refracción de rayos sobre el mar, ocurre lo mismo con la nieve.
Por otra parte, explicó que todavía no se han establecido los parámetros para medir la incidencia en la población general, puesto que la afección de la persona dependerá del grado de exposición cotidiana a la luz.
Se estima que los riesgos oculares por disfunción de ozono tienen mayor impacto en los niños, ya que naturalmente este grupo etáreo posee tejidos más sensibles.
La investigación se llevó cabo con el apoyo del Instituto Italiano Superiore de Sanita, que facilitó los recursos tecnológicos para medir la incidencia de los rayos. "Utilizamos lentes especiales y otros marcadores sobre el cuerpo, y se pudo observar que las radiaciones que llagan a los ojos son más severas que las de la piel", explico Arriaga Ferre.
Primero la prevención
Durante la investigación, el oftalmólogo comentó esta experiencia a especialistas Nueva Zelanda, Australia y Chile; y, por los datos recaudados, esta patología sólo se daría en esta zona. Ante esta afirmación, es necesario que la población fueguina tome el recaudo de usar lentes espejados en forma permanente –tanto verano como en el invierno– para prevenir las afecciones que los rayos generan a la vista. El médico aconsejó que las gafas deben ser adquiridas en ópticas para garantizar la calidad el vidrio y el filtro, porque en general aquellos que no están controlados, con el tiempo desfavorecen la visión. Ante cualquier signo de disminución de la visión e irritación de los ojos deben recurrir a una consulta con un especialista.
Al respecto, remarco que en el sur de Chile los medios de comunicación diariamente informan a su comunidad los grados de radiación, a través de pronósticos, y la población se encuentra informada. En ese sentido, consideró que este tema debería ser tomado como un problema de salud pública, para comenzar a tomar las medidas necesarias.
Por último, Mariano Arriaga Ferre adelantó a este medio que esta investigación se retomaría el año que viene, para abracar un espectro más amplio de población, con la colaboración del organismo italiano. Los primeros resultados de este trabajo serán presentados en el mes de febrero, en un congreso mundial de San Paolo.
