Por una extraña erupcion volcanica

Una de las islas Sandwich del Sur creció el equivalente a 40 canchas de fútbol

06/02/2006
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na de las once islas del archipiélago Sándwich del Sur creció el equivalente a 40 canchas de fútbol, expandiendo su superficie por una rara erupción volcánica producida en el monte Belinda
La isla Montagu se encuentra situada muy cera de la Antártida. El cambio en su superficie fue registrado por un satélite de la NASA y está siendo estudiado por científicos del British Antarctic Survey (BAS).
Las once islas Sandwich del Sur, situadas muy cerca de la Antártida y reclamadas por Argentina, están deshabitadas desde el 20 de junio de 1982. Los días con mal tiempo –a menudo con temporales violentos– llegan al 90%: fuertes vientos del sudeste, una temperatura media anual de 4,4º bajo cero, mucha bruma, nubes bajas y pocas horas consecutivas de sol, por lo que no es fácil obtener fotografías satelitales.
Previo a la erupción, el archipiélago tenía una superficie de 307 kilómetros cuadrados. "Son volcánica y sísmicamente activas, porque están en una región donde la placa Antártica se hunde por debajo de la Sudamericana", explicó a Clarín el doctor Sergio Marenssi, geólogo y director del Instituto Antártico Argentino.
La erupción en el monte Belinda (1370 metros), en la isla Montagu, comenzó en octubre de 2001. Primero fue detectada por el MODIS, un sistema automático de alerta volcánica basado en anomalías térmicas, a través de datos satelitales. En febrero y marzo de 2003, los tripulantes de buques que pasaron frente a las islas comprobaron que el volcán seguía en erupción.
El 23 de setiembre de 2005, el sistema avanzado ASTER, a bordo del satélite de la NASA, tomó la imagen que se reproduce en esta página. Y el 11 de octubre, la tripulación de un avión de la Fuerza Aérea británica observó un penacho de vapor, lo que sugiere que la lava sigue fluyendo.
"La lava hirviendo formó un río de 3,5 kilómetros y 90 metros de ancho que se desplaza rápido, probablemente varios metros por segundo, y está ampliando la costa en el norte de la isla –señaló el doctor John Smellie, vulcanólogo del BAS–. Este fenómeno es especial, porque la mayor parte de la isla Montagu está cubierta por hielo, y es muy raro acceder a observaciones directas de erupciones bajo la capa de hielo".
Smellie trabaja en un programa que estudia la formación y estabilidad de la capa de hielo durante los últimos 20 millones de años, con el fin de mejorar los modelos utilizados para predecir el cambio climático. "El vulcanismo siempre fue una opción para explicar los grandes cambios climáticos a través de la historia geológica", señaló Marenssi.
Por otra parte, "se puede rastrear cómo fue evolucionando la temperatura ambiental a través del contenido isotópico del hielo o de la nieve", explicó el doctor Alberto Aristarain, investigador del Conicet en el Laboratorio de Estratigrafía Glaciar y Geoquímica del Agua y de la Nieve, que depende del Instituto Antártico.
Aristarain se especializa en la reconstrucción del clima y del medio ambiente a través de testigos de hielo. "Se puede detectar si hubo una erupción en un período determinado por los niveles elevados de sulfato, luego de separarlo de otras actividades que también lo producen –indicó–. Y después, ver qué efecto pudo haber tenido la erupción en la composición de la atmósfera o en el clima. Así como el anhídrido carbónico genera un efecto invernadero, las erupciones tienen el efecto contrario: reflejan la radiación solar, lo que produciría un enfriamiento".