Sociedad, filosofia y espiritualidad - Por: Sensei Daniel Antonio Spinato

El arte de… saber elegir

17/07/2006
C

ada uno de nosotros es libre de vivir como más le plazca, en lo referido a la calidad de su atención personal. Algunos no hacen actividad física a lo largo de toda su vida, otros no pueden estar sin hacerla, y así nos encontramos con una variedad de conductas que tienen una relación directa en cómo y cuánto vivimos.
Los llamados tiempos modernos han traído aparejada la irrupción de una gran cantidad de disciplinas destinadas al desarrollo corporal con fines estéticos, deportivos y de salud, que sin duda ha crecido al mismo tiempo que lo hicieron gran cantidad de vicios, como el tabaco, el alcohol, las drogas, la pornografía, el juego y otros tantos, etc.
Desde tiempos inmemoriales se ha sostenido que una actividad física constante, equilibrada y exigente, tenía como corolario el conocido adagio "mens sana in corpore sano", algo que sigue teniendo vigencia, aunque no deba tomarse literalmente en todos los casos, habida cuenta de la innumerable cantidad de cuerpos sanos y vigorosos habitados por una mente enferma.
Pero el hecho incontrastable, es que si nos ocupamos de cuidar cuerpo, mente y espíritu, nuestra vida tiene, en efecto, altísimas probabilidades de ser mucho mejor que la de alguien al que no le preocupa dicho tema, y ahora, si estamos dentro del primer grupo, aparece el primer obstáculo, determinado por saber dónde voy y que hago.
Algunas décadas atrás, las opciones no eran muchas y si uno quería hacer actividad física sin dedicarse a algún deporte específico, recurría a la infalible gimnasia sueca, que algunos ni conocen y para otros es una vetusta antigüedad.
En esa época no se conocía toda la parafernalia de disciplinas que hoy atestan la mayoría de los gimnasios, y aunque algunas pocas existían, no tenían la difusión que hoy facilitan los distintos medios de comunicación.
En los últimos años, más posibilidades económicas, investigaciones de la ciencia médica y una mente más abierta y desarrollada en el terreno de la salud psicofísica han contribuido al crecimiento y aparición de una importante oferta de actividades, que muchas veces ocasiona confusión y no facilita la elección.

Un poco de historia

Como ya dijimos, unas décadas atrás, no había la variedad de hoy en día. Las pesas al igual que las artes marciales y otras disciplinas orientales como el yoga, estaban reservadas para unos pocos atrevidos, y no tenían gran difusión. Por otro lado la moda del aerobismo, hizo su aparición en los años 80.
Se puede decir tranquilamente que hay dos grandes corrientes de trabajo que han generado todo lo que existe hoy, por un lado las pesas o halteras cuyo origen es remoto, y que dio  vida al fisicoculturismo, que se popularizó a partir de la década de 1940/50 en Estados Unidos y las milenarias artes marciales que se desataron masivamente desde 1970 con las películas de Bruce Lee.
Es desde allí que se han puesto de moda una serie de disciplinas que en definitiva son derivadas de las ya nombradas como ahora veremos. Del fisicoculturismo, primero exclusivamente para hombres, se desprendió el trabajo con pesas y complementos para ambos sexos y con finalidades estéticas o deportivas, en los noventa apareció el body pump, de origen neozelandés, que es una combinación de gimnasia, con pesas y música.
Aunque difundido en este último tiempo, el método Pilates debe su nombre al alemán Joseph Pilates, nacido en 1880, quien lo concibió durante su cautiverio en la primera guerra mundial, y su interés primordial fue la recuperación y la rehabilitación, alimentado básicamente por sus propios problemas de salud, diseñándolo de manera de ser utilizado en clases privadas o semiprivadas, para dos o tres personas, hecho que sin duda marca lo mal que se trabaja en algunos lados, donde, incluso profesores de Educación Física, dan clases grupales de la actividad.
A partir de las artes marciales (aunque no tienen ningún tipo de relación con las mismas), nacieron el tae bo, el aerobox, el aerokickboxing o el fight do, entre otras.
En el mismo terreno de las artes marciales, también han aparecido más disciplinas, algunas antiguas recién llegadas y otras inventadas a la sombra de excelentes negocios económicos.

Evaluar antes de comenzar

Entonces, gimnasia de diferentes tipos, pilates, yoga, pesas, artes marciales suelen generar en mucha gente, la sensación de estar parados frente a la góndola de un gran hipermercado, sin saber elegir entre decenas de productos que parecen similares, pero que sin duda se diferencian en contenido y calidad.
Al elegir una actividad, lo primero a tener en cuenta son nuestras características, marcadas por la edad, el sexo y la condición física. Luego, nuestros antecedentes médicos y deportivos y finalmente nuestro temperamento. Todo ello nos ayudará a tomar una buena decisión, emprendiendo algo a lo que podamos hacer frente y que además nos de placer.
Esto no sólo es importante, sino primordial para lograr nuestros objetivos, de vernos y sentirnos mejor, por eso, para disminuir el margen de error en la elección de una actividad, es útil tener en cuenta estos conceptos:
· Siempre recuerde que Ud. es una persona con características únicas y debe adaptarse a la actividad y no a la inversa.
· Toda clase grupal de gimnasia de cualquier tipo que mezcle adultos, jóvenes y adolescentes, es un grupo mal constituido.
· Que a Ud. le apasione una actividad no significa que pueda llevarla adelante, y esto hay que aceptarlo, haciendo solo lo que nos es posible, pero siempre al máximo.
· Las clases de gimnasia aeróbica, y otras como el tae bo o las anteriormente nombradas, no son para todos, por más que la publicidad diga lo contrario.
· Olvídese de ciertos mitos: Las pesas no son para la mujer. Si dejo de hacer pesas engordo. Las artes marciales son violentas.
· Recorra, observe, pregunte y hable con el profesor de la disciplina que le interesa, para Ud. o para sus hijos.
· Tenga presente que las artes marciales no se aprenden haciendo ningún curso, pues requieren muchos años de duro entrenamiento para conocerlas y adquirir la capacidad de transmitirlas.
· Una disciplina antigua como el yoga, también es objeto de buenos negocios por parte de gente que no tiene los conocimientos necesarios y aquí hay un aditamento interesante y a tener en cuenta: El yoga que tiene diversas y profundas ramas es una disciplina muy exigente, no es para ir a dormir la siesta a una sesión.
· No es cierto que cualquier disciplina sirva para todo el mundo, y lamentablemente, incluso los médicos a veces recomiendan mal, solo por ignorancia.
· Recuerde el lema: una clase una actividad. Esto quiere decir que si en una sesión, alguien le da un poco de gimnasia, un poco de yoga, un poco de tai chi, un poco de reiki, esa no es una clase, sino un mamarracho.

Finalmente, podemos concluir en algo que seguramente no tiene discusión: no fume, sea moderado con el alcohol, aliméntese en forma equilibrada y por sobre todo: decídase a iniciar (o continuar) con firmeza y determinación una actividad física, pero, elija bien y cuidadosamente, asesorándose en forma conveniente.