Reforma al regimen de tratamiento de proyectos

La propuesta generó profundas divergencias

15/08/2006
E

l tratamiento del proyecto de modificación del artículo 81 del Reglamento Interno de Cámara dio pie a uno de los debates en comisión más interesantes del año, ya que se planteó la supremacía de la democracia representativa sobre la participativa, o viceversa, y las bondades o no del principio de que la mayoría imponga su voluntad por sobre la de las minorías. Esto abrió también la discusión sobre la búsqueda de consensos, como mecanismo idóneo de acuerdo entre distintas bancadas que permitan obtener los votos necesarios para la aprobación de un asunto en sesión.
A lo largo del extenso debate protagonizado por legisladores que integran la comisión de Legislación, asesores de parlamentarios y uno de los autores del proyecto, el doctor Carlos Bassanetti, se pudieron escuchar muy interesantes y variados argumentos a favor y en contra de la propuesta que apunta a obligar a que los bloques mayoritarios deban tratar, sí o sí, aquellos proyectos que sean impulsados, por lo menos, por tres legisladores.
El ex fiscal ante el Superior Tribunal de Justicia Carlos Bassanetti –quien se ha constituido en uno de los más prolíficos autores de proyectos que pretenden garantizar la existencia de una democracia participativa– defendió su iniciativa argumentando que con la misma se pretende corregir lo que a su entender son anomalías del sistema de trámite parlamentario para la formación y sanción de las leyes.
Sostuvo que en la actualidad las mayorías impiden el tratamiento en comisión y en sesión de aquellos proyectos impulsados por las minorías, y que incluso los pasan a archivo sin debate previo, y que ello constituye una deformación que atenta contra los principios participativos de la democracia. Indicó de aprobarse la modificación propuesta, los bloques mayoritarios se verán obligados a "explicar públicamente las razones por las que se oponen a la aprobación de una determinada ley. Es decir, a dar cuenta la ciudadanía de sus posiciones".
Esta postura, como era obvio, contó con el total y absoluto respaldo del bloque del ARI –bancada que hizo propia la iniciativa Bassanetti–. Manuel Raimbault formuló una encendida defensa del derecho de las minorías a debatir con las mayorías, y del debate como única herramienta que permite combatir el silencio que imponen en muchas oportunidades las mayorías como argumento para desechar el tratamiento de determinadas cuestiones.
En la vereda de enfrente se posicionaron los bloques del PJ y MPF. Se podría decir que estas bancadas coincidieron en que la propuesta pretende establecer un mecanismo que obliga a la mayoría a debatir sí o sí iniciativas impulsadas por la minoría; lo que a su entender atenta contra el principio básico del sistema de democracia representativa vigente en nuestro país.
También se opuso a esta modificación reglamentaria el bloque 26 de Abril. Además de compartir los fundamentos del PJ y MPF, se indicó que el actual reglamento interno de Cámara ya contempla la posibilidad de que un solo legislador pueda obligar al debate en sesión de un asunto. Claro que para que ello ocurra es "necesario conocer el reglamento interno", dijo el doctor Adrián de Antueno, asesor del bloque unipersonal que integra Norma Martínez.
En una postura intermedia se posicionó el radical Jorge Bericua. El legislador del Bloque del FUP consideró "en principio razonable" la propuesta del ARI. Interpretó que sería más adecuado que la modificación fuese de aplicación para el tratamiento de los proyectos dentro de las comisiones. Además defendió el principio de democracia representativa y que la voluntad de la mayoría sea la que tenga supremacía.
La intención de los legisladores es seguir debatiendo el proyecto antes de dictaminar sobre el destino del mismo.

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