ras los anuncios oficiales que desmintieron que el país esté transitando por una crisis energética, autoridades de la Dirección Provincial de Energía (DPE) se sumaron a estas declaraciones diciendo que en los próximos meses Ushuaia y Río Grande tendrán la capacidad suficiente para satisfacer la demanda actual.
El director Sergio Reimundo explicó que en caso de suscitarse una crisis energética ésta tendría incidencia en el sistema nacional interconectado, del cual la provincia se encuentra exenta, al poseer mecanismos de generación eléctrica propios, por su característica insular y su lejanía. No obstante, proyectan que en 2007 podrían originarse inconvenientes con el abastecimiento, si no se concluye la segunda etapa de ampliación.
"Si no tuvimos problemas en el invierno, no los tendremos en el verano", ratificó la autoridad, al considerar que el uso se incrementa en forma notoria en el periodo invernal, como consecuencia del uso de iluminación durante las extensas jornadas de poca luz, sistemas de calefacción, confort de los edificios, etc.
En ese sentido, los registros de la empresa marcan que en temporada de verano el consumo disminuye de un 25 a 30% sobre la máxima que se registra en el invierno, pese a que la ciudad se ve sobrecargada por la actividad turística y hotelera. El entrevistado comentó que "pasa todo lo contrario que en el resto del país, ya que en épocas de altas temperaturas crece el gasto por el uso de la refrigeración".
Este año el Gobierno provincial inauguró la obra del nuevo gasoducto, y desde entonces el abastecimiento de energía ha mejorado en la capital fueguina, puesto que el gasoil –que era adquirido a precio internacional– fue reemplazado definitivamente por el gas natural, que en comparación es 37 veces más económico por cada kilovatio a generar.
Siempre previstos
De todos modos, Sergio Reimundo adelantó a el diario del Fin del Mundo que la DPE ha programado planes de mantenimiento de máquinas que no generarían inconvenientes, aunque éstos podrían ocurrir en zonas donde se ejecuten obras del Municipio, o la empresa abastecedora del servicio.
En tanto, si la provincia tuviera que afrontar una contingencia a la que está expuesta el resto del país, implementaría un plan similar a los ya anunciados en el ámbito nacional. De no poder abastecer la totalidad de la demanda, prevén retirar el servicio a algunos sectores industriales que generan mayor consumo, siguiendo por alumbrado público, y en última instancia afectaría al sector residencial.
Por último, Reimundo recomendó que la población no debe descuidar el uso del servicio: "Como en cualquier lugar del mundo, la energía es escasa por definición, debe ser utilizada en forma racional, y no por tenerla a mano hay que dilapidarla"; y justificó que el costo de generación es mayor, al igual que el impacto ambiental que se produce.
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