A partir de las 19 de hoy en el Museo Maritimo de Ushuaia

Cuatro mujeres, dos muestras, una Galería

06/03/2007
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olores May y Ester Nazarian, presentan cada una sus trabajos reunidos en una muestra llamada "Falsa Calma", en tanto que Susana Beibe y Griselda Ferreira unieron sus historias de niñas y armaron ¿A qué jugábamos cuando éramos chicos?; dos exposiciones que a las 19 de hoy quedarán inauguradas en la Galería de Arte del Museo Marítimo de Ushuaia.
La artista Dolores May explicó que "Falsa Calma" es "el nombre que elegimos para unificar estas dos muestras, que son instalaciones cada una con la impronta particular de cada una de nosotras", acotando que "nos pareció que lográbamos como una calma aparente".
En su caso particular se trata de la muestra "De la serie de las almohadas". Aclaró que "yo siempre trabajo el tema de los femenino, y cuando me invitaron a exponer acá pensé en las mujeres que visitaban a los presos, pero también pensé que acá no iba a llegar ninguna mujer y por eso se me ocurrió reemplazar a esas mujeres con almohadas que suplan la función de compañeras". De este modo, remarcó que el trabajo fue preparado para esta exposición particular. Anotó que con Ester Nazarian "somos amigas y compañeras de trabajo, y hacer las cosas entre las dos es como un intercambio de energía".
Por su parte, Nazarian presenta "Proyecto café", señalando que el tema del café lo viene desarrollando desde hace bastante tiempo. "En esta oportunidad está pensado para las celdas, donde dispuso de otra manera, lo que tengo armado como proyecto para exponer en Colombia este año", detalló la artista.
Comentó que en una de las celdas se podrán ver en el piso unas 294 tazas de café, indicando que "están con el dibujo de la borra del café para hacer la lectura", recordando que esa es una tradición familiar.

Una muestra preparada para jugar

¿A qué jugábamos cuando éramos chicos? es una instalación participativa, que "fue presentada en la Bienal de La Habana", recuerda Griselda Ferreyra.
La artista explicó que "se trata de un friso de unos 20 metros, compuesto por módulos individuales de 6 x 6 centímetros", acotando que "es una instalación participativa porque la intención es invitar a jugar a la gente que viene a verlo".
De ese modo, comentó que "es un gran rompecabezas, formado con las obras de Susana Beibe y las mías", remarcando que "queremos que la gente que venga juegue con ese rompecabezas, ya que con el movimiento de las piezas que la gente haga, por color o por forma, se puedan retrotraer a su infancia poniendo de manifiesto esos lindos recuerdos que tenemos todos".
"El tema es que a través de la transformación urbana, nosotros ya no podemos jugar en la calle, y por eso le pusimos este nombre", manifestó Susana Beibe, acotando que "nosotros queremos mostrar, a través de nuestra memoria, que pasaba en esa época".
Comentó que Ferreyra es de La Pampa y "ella jugaba en la tierra y yo, que soy de Buenos Aires, jugaba en la calle", por eso las imágenes de las obras "tienen que ver con nuestros recuerdos y la memoria de nuestros juegos, y se podrán ver barquitos de papel, el diseño de las baldosas de las veredas que hoy ya no encontramos fácilmente".

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