na composición colmada por una naturaleza abstracta donde predominan vibraciones de colores naranjas, amarillos y verdes, y una media figura que reposa en esa inmensidad es la imagen que quedó plasmada en un paredón de 25 metros por dos de alto, que abraza las raíces de un árbol de lenga añejo que se yergue en un pequeño bosque que la familia Muriel conserva en el terreno de su casa de Piedrabuena y San Martín de Ushuaia.
El "Mural de la Lenga" es una creación de la artista plástica Cecilia De Souza, en homenaje al ya desaparecido Raúl Muriel, un entrañable vecino de la ciudad que supo dejar su huella en quienes llegaron a conocerlo. De algún modo la pintura se carga de sentido si se rememora la vida de este fueguino nacido en 1948 que ayudó a muchos que arribaban a esta tierra pujante en la búsqueda un mejor porvenir. Más conocido como "el loco de la carterita" se caracterizó por ser un hombre solidario, que confiaba en la palabra comunidad y que "se sentía parte de este lugar, y que éste era un sitio para todos", según lo recuerdan sus hijos, Rosana, Damián y Cristian Muriel.
La pintora es oriunda de Buenos Aires, pero recientemente ha elegido radicarse a la capital fueguina. Contó a el diario que personalmente resultó ser un trabajo muy especial ya que expresa su impresión y sensación de instalarse en esta tierra nueva . De Souza explicó que "la media figura que se deja ver en el mural es una pose clásica de Raúl, pero que connota la presencia humana en la naturaleza, como el llegar y elegir quedarse con este entorno". Asimismo, dijo que refleja la idiosincrasia la ciudad más austral del mundo, el de recibir y acoger a todas las personas que eligen este territorio para echar sus raíces.
El paisaje colorido fue construido pacientemente durante dos meses, debido a las inclemencias climáticas. A la pintura sintética, la artista añadió azulejos, mosaicos, espejos incrustados, que la convierten en una paleta fovista, con coloridos que logran ritmos y texturas visuales,
En tanto, pese a que Ushuaia se encuentra constantemente en construcción, esta experiencia demuestra que hay formas de generar espacios interviniendo a la naturaleza sin invadirla. Por ese motivo, la familia Muriel busca mejorar este predio para que se convierta en un lugar de encuentro y que también pueda ser disfrutado por toda la comunidad.
