a concejal del FUP y candidata a su reelección por la UCR, Adriana Chapperón, dijo que no hará campaña ni a favor ni en contra del intendente Jorge Garramuño, quien se postula a gobernador por una coalición entre el MPF y el radicalismo.
"Con Garramuño lo que hacemos es un control de su gestión municipal, que es lo que la comunidad ha decidido que hagamos", sostuvo la edil opositora. Por otra parte, opinó que "el electorado debería dejar de creer en la polaridad que parece darse, como si solamente hubiera dos fórmulas para votar", haciendo referencia a la cúpula del Frente Para la Victoria, Cóccaro–Bertone, y la alianza Garramuño–Blanco.
"Ya lo dijo el concejal Federico Sciurano, como representante de la Unión Cívica Radical –explicó Chapperón–, que nosotros no vamos a acompañar la candidatura del intendente porque sería poco creíble de parte nuestra ir junto a quien hemos cuestionado durante el tiempo que lo hemos tenido que controlar, y no sería serio".
La funcionaria sostuvo que "la comunidad tiene que poder escuchar las propuestas de todos los candidatos, tiene que dejar de creer en esta polaridad que parece darse, como si solamente hubiera dos fórmulas para votar".
De esta manera, Chapperón ratificó que no hará campaña ni a favor ni en contra de Garramuño: "la comunidad está cansada y ha dado muestras de que las campañas en contra no sirven, nosotros hacemos nuestra propia campaña, estamos abocados totalmente a la cuestión municipal –dijo–. Con Garramuño lo que hacemos es un control de su gestión municipal, que es lo que la comunidad ha decidido que hagamos".
Consultada sobre el superávit fiscal que arrojó el ejercicio 2006 de la Municipalidad, sostuvo que "nosotros, como lo hicimos hace un año, celebramos que haya superávit y no déficit, más allá que creemos que es necesario encontrar un equilibrio entre el buen manejo de los fondos públicos y las necesidades que tiene la comunidad".
"Estos 11 millones, más los 14 millones del presupuesto anterior, según dijo el secretario de Gobierno, ya están comprometidos porque parte tienen que ver con los aumentos de salarios previstos hasta fin de 2007 –agregó–. También se ha dicho que gran parte de este superávit va a estar afectado a obra pública".
Consideró que "esto está muy bien" porque es lo que hoy todos los bloques políticos están pidiendo. "La ciudad necesita obras, los barrios reclaman pluviales, cordones cuneta, escaleras, garitas de colectivos, infraestructura deportiva", enumeró, consideró que si este dinero "va a estar destinado a todo esto que la gente reclama a diario, bienvenido sea".
Ante el eventual caso que estos recursos no vayan a donde los partidos de la oposición creen necesario, Chapperón relativizó la posibilidad de obligar al Ejecutivo a cambiar de decisión. Explicó que si bien es cierto que el Concejo podría modificar por mayoría agravada el destino de una partida, "no es menos cierto que la comunidad por tercera vez ha decidido que sea el ingeniero Garramuño quien conduzca los destinos de la ciudad, y debemos ser respetuosos de entender que él es quien define las obras prioritarias para la ciudad, porque la comunidad lo ha elegido para eso".
"Nosotros hacemos un control de la gestión y en particular nos oponemos a algunas situaciones, pero creemos que salvo que estemos hablando de barbaridades –que no se han dado– hay que encontrar consensos. No podemos imponerle al intendente lo que tiene que hacer", concluyó.
