l gobernador Hugo Cóccaro ratificó ayer su plena confianza en los miembros del gabinete, por lo que rechazó las renuncias que fueron puestas a su consideración. A pesar de ello dejó en claro que en caso de considerar necesario rectificar el rumbo en alguna área específica, dispondrá oportunamente los cambios que crea convenientes.
La primera reunión de gabinete "post-derrota" sirvió para que el Gobierno estreche filas, sobre todo después de las duras críticas que desde la conducción del PJ dirigieron a la figura del ministro de Coordinación de gabinete, Enrique Vallejos.
Hugo Cóccaro evitó que la reunión de ayer se convirtiera en una instancia revisionista de los errores que desembocaron en el revés electoral del pasado domingo. Fuentes consultadas confiaron que el mandatario habría señalado tener en claro cuáles fueron las razones de su fracaso reeleccionista, y que habría instado a su colaboradores a superar esa instancia para abocarse de lleno a consolidar un período de transición, maduro, responsable y ordenado, en el que primen los intereses de la provincia por sobre los sectoriales y las mezquindades partidarias o personales.
Para patentizar la falta de espíritu revanchista instruyó a lo integrantes de su gabinete a colaborar con la fórmula electa. Anunció que en las próximas horas estará firmando un decreto para que ministros y titulares de organismos autárquicos y descentralizados pongan a disposición la información de sus respectivas áreas a las personas que, a tal efecto, designen Ríos y Bassanetti.
Ratificó que continuará adelante con las gestiones ya encaradas ante le Gobierno nacional, en particular las referidas a la concreción de obras de infraestructura básica y de desarrollo productivo.
Si bien el tema no fue central en la reunión, trascendió que Cóccaro dejó en claro que el Frente para la Victoria, tal está constituido, llegó a su techo como alternativa política para Tierra del Fuego.
