l investigador glaciólogo local Rodolfo Iturraspe es coordinador de un grupo de trabajo para América Latina y el Caribe sobre hielos y nieve, que funciona en el marco de la UNESCO, dentro del "Programa Hidrológico Internacional".
Ese equipo, que está integrado por glaciólogos que lideran grupos de profesionales que realizan balance de masa de glaciares en diferentes países, mantuvo su reunión anual en la ciudad capital de México, donde se compartió información, y se establecieron metodologías de trabajos, compatibles y comparables, en acciones que tengan injerencia sobre la temática del agua, vinculada al comportamiento de los glaciares; teniendo en cuenta que en toda la cordillera hay glaciares que influyen en la hidrología de los cursos de agua.
Iturraspe comentó que hay regiones americanas donde la situación es más grave que la que se vive en Ushuaia, anotando que en México "apenas les quedan dos glaciares muy pequeños, por lo que prácticamente en ese país se han extinguido". En la zona de Ecuador, Perú y Bolivia, donde se encuentran glaciares denominados "tropicales", que se encuentran por sobre los 5.000 metros de altitud, "desde la década del 70 hasta ahora, han tenido un retroceso muy importante y mucho más notorio que lo registrado en los glaciares que nosotros vemos".
Un problema que merece un análisis importante
Así, manifestó que la situación en aquellos lugares es mucho más compleja porque "esos glaciares tienen un fuerte impacto sobre el funcionamiento de los ríos", lo cuales son fundamentales para el desarrollo de muchos grupos de personas, con culturas precolombinas, cuya economía está basada en el cultivo. Explicó que hay épocas secas, donde la dependencia de los ríos de glaciares es muy importante, y anotó que el problema es muy delicado ya que "hay glaciares pequeños que ya casi se han extinguido, especialmente en Bolivia y Perú".
Subrayó que ese asunto "genera un impacto muy grande y por eso hay que planificar el uso del agua y ver que obras se pueden hacer para generar reservorios que compensen la falta de agua que proveen los glaciares".
Asimismo, remarcó que ya no se discute que el motivo de esta situación es el calentamiento global, porque "eso ya está probado", acotando también que "el 'Fenómeno del Niño' genera impactos muy importantes en la región ecuatorial".
Ushuaia no es una excepción
Finalmente, recordó que la situación de los glaciares locales no escapa a ese problema, aunque manifestó que el último balance de masa dio una estabilidad, es decir que la cantidad de nieve que se acumuló fue casi igual a la que se derritió. Explicando que eso se dio en función de que "el verano fue muy húmedo, donde no hubo insolación y tuvo muchos días de lluvia, que en la montaña se dio en forma de nieve", pero aclaró que "eso no implica que cambie la tendencia que se viene dando en las últimas décadas, donde fueron más frecuentes los años con balances de saldo negativo".
