Colaboración

Patrimonio arquitectónico-cultural y la preocupante miopía municipal

08/04/2008
P

or Leonardo Lupiano

Sabemos que el casco histórico de la ciudad comprende el sector de catorce cuadras de largo por tres de ancho sobre la costa marítima del Canal Beagle y fue dibujado en el primer plano catastral a cargo del agrimensor Jorge Butza (1.894). Los macizos se diseñaron de 80 x 80 mts. subdivididos en cuatro lotes por macizo, facilitando de esa manera la creación de huertas familiares y evitando la propagación de posibles incendios, en los cuales fueron construyéndose las edificaciones de madera y chapa características.
El patrimonio maderero de aquellos años podría denominarse una arquitectura de carpinteros, a raíz de constructores chilenos y españoles. La creación de aserraderos dio gran impulso al uso del material. Sobre rollizos de lenga se disponía una estructura de madera para pisos, muros y cubierta, revistiendo exteriormente con chapa ondulada o lisa y por dentro se recurrió a tabiquerías conformadas con tablas a las que se les aplicaban diarios sobre una base de tela arpillera. Las ventanas de vidrio repartido y las clásicas ventanitas o rosetones en los tímpanos de fachadas para iluminar los desvanes de las casas, donde se ubicaban los alimentos que en bolsas llegaban en los escasos barcos arribados al puerto local también las hacen reconocibles. Así los edificios antiguos generalmente destinados a uso residencial y comercial, fueron desarrollando la ciudad.
Pero en los últimos años se produce el avasallante proceso edilicio, producto de la expansión de una actividad turística reconocida oficialmente como único objetivo sin tomar en cuenta una planificación que tomara esta importante actividad como sustentable y no depredadora. Mucho tuvo de responsabilidad en la destrucción del patrimonio edilicio, tan valorado por los de afuera y tan olvidado por los de adentro, la Municipalidad local que desafiando la letra de la Constitución Provincial y la Carta Orgánica municipal que rige desde 2002 en materia de preservación y conservación del patrimonio cultural, cedió ante las presiones de "inversores" insensibles a los valores que hacen a nuestra identidad.
Ante tanto atropello, desde la comunidad y sus ONGs nos organizamos presentando petitorios, concretando audiencia pública, pedimos respeto a las normas, recurrimos a la Justicia, se organizaron muestras artísticas, difundimos los reclamos a nivel nacional, pero no pudimos salvar ciertos edificios.
Por ello, desde el Colegio de Arquitectos de la Provincia, se retomó el antiguo proyecto urbanístico de crear el denominado "Pueblo Viejo", sitio donde reubicar aquellos edificios en peligro de demolición creando una zona de revalorización cultural. Dadas las incesantes modificaciones del sector costero y aledaños, acertadamente se propuso la ubicación en zonificación de preservación histórica que se encuentra en torno al complejo monumental del antiguo presidio, declarado en 1987 monumento nacional, en consecuencia protegido por leyes nacionales. Esto significa que cualquier proyecto de futura urbanización deberá prever el cuidado y la no intervención de obras que pudieran afectar las inmediaciones, sus contextos, visuales y los mismos edificios que pertenecieron a la cárcel. Se propone afectar un sector del predio lindero al cine Pakewaia, que permitiría emplazar varias edificaciones antiguas recreando una calle o pasaje histórico que incluya una pequeña plaza conmemorativa. Los trabajos preliminares de preparación del terreno son sencillos ya que comprenden principalmente la nivelación con máquina del sector, la consolidación de la calle de acceso, el cercado perimetral de separación con la mencionada cancha, el entubamiento de un pequeño curso de agua y las redes de infraestructura correspondientes. Así varios edificios en peligro podrían restaurarse y habilitarse para nuevos usos comerciales, culturales, turísticos, y sobre todo, salvarlos. Este anteproyecto fue recientemente declarado "de interés municipal" por Resolución Nº 028 del Concejo Deliberante local en sesión del 12 de marzo ppdo.
Por tal razón resulta incomprensible que desde la misma Municipalidad, el fin de semana pasado se haya desplazado la maltratada Casa Pena (edificio declarado patrimonio cultural en 1999 y retirado de su terreno mediante un convenio aprobado judicialmente entre el propietario de la misma con el Club Caza y Pesca, institución que debía restaurarla) hacia proximidades de Casa Beban, fuera de todo contexto histórico y a merced de los vandalismos, continuando esta conducta de ignorar normas establecidas que tanto perjuicio han ocasionado a nuestro patrimonio cultural.
Es de esperar que rápidamente se tome conciencia del error y se elaboren consensos con el Colegio de Arquitectos, ONGs y los mismos propietarios, a los fines de apoyar este anteproyecto del Pueblo Viejo y de esta manera al menos revalorizar estas antiguas casas que desafiaron más de un siglo y hoy perecen ante nuestros imperdonables errores. De no ser así, los turistas del futuro no encontrarán más bosques, patrimonio o los paisajes urbanos que tanto nos enorgullecieron, y a nosotros, habitantes sin referencias culturales ni identidad.