s indiscutible que los gustos hay que dárselos en vida. Así, nuestro letrado protagonista de hoy tachó de la libreta de cuentas pendientes el berretín de volver a tener un auto como el primero que logró comprar por sí mismo, hace ya algunos años (unos cuantos). Anoticiado del arribo a la ciudad del 600 que, según sostiene, a excepción de algunos detalles menores está "casi" original, el "Chino" partió raudo para encontrarse con su automóvil. Menuda sorpresa la que se llevó al verificar que no arrancaba, así que no le quedó más remedio que empujar. Sarna con gusto no pica, o mejor dicho "Fitito" con gusto no pesa. Disfrútelo con salud Dr. Stevenson.