Es uno de los involucrados en el doble homicidio de Los Alakalufes

Golpean salvajemente a un recluso en la unidad de detención de Río Grande

16/09/2008
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iguel Ángel Sánchez (49), uno de los detenidos por el doble homicidio en el barrio Los Alakalufes, de Ushuaia, fue golpeado salvajemente por otros cuatro reclusos en su celda de la Unidad de Detención de Río Grande. El brutal ataque ocurrió el domingo a la mañana en el pabellón B, cuando varios internos ingresaron a la celda de Miguel Sánchez y le propinaron una feroz golpiza.
Producto del certero ataque con golpes de puños, patadas y hasta con elementos contundentes, Sánchez tuvo que ser trasladado al Hospital Río Grande donde fue asistido y posteriormente trasladado hasta el nosocomio de la capital provincial, donde permanecía internado en una sala común.
Sánchez está acusado de ser uno de los autores del horrendo crimen de Alejandro Montoya y su hija Fernanda, de 11 años, ocurrido en julio pasado. Como se recordará a Montoya lo mataron a puñaladas y luego procedieron a incendiar la vivienda, dando muerte también a la pequeña de 11 años.
Todo indica que la golpiza se habría producido por un ajuste de cuentas aunque no se sabe puntualmente por qué se registró el ataque. Fue un agente penitenciario quien observó salir de la celda de Sánchez a varios reclusos, incluso uno de ellos llevaba un objeto contundente.
Tal fue la golpiza a la que fue sometido Sánchez que sufrió politraumatismos varios y hasta un derrame cerebral a causa de un golpe con un palo.
Los agentes del orden no descartan que algunos de los presos hubieran conocido a Alejandro Montoya y su pequeña hija. Todo indica que la golpiza sufrida por Sánchez fue una especie de venganza por su horrendo crimen, ante lo cual las autoridades penitenciarias han iniciado un expediente disciplinario a fin de establecer las responsabilidades del caso.
Tras los primeros informes se analiza la conducta de los internos Eric Barrientos, Cristian Sánchez Velázquez, Maximiliano Juárez, y un interno de apellido Villarreal que había arribado desde la ciudad de Ushuaia.
Fue un agente penitenciario quien corroboró lo sucedido en una de las celdas del pabellón B, hallando a Sánchez con pérdida de conocimiento.
De inmediato el personal de guardia trasladó a Sánchez al Hospital Regional Río Grande, desde donde se lo derivó a Ushuaia ante la falta de una cama en la terapia intensiva local.

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