E
l pasado viernes se cumplieron 80 años del naufragio del buque de pasajeros "Monte Cervantes", que en aquel 22 de enero de 1930 sufrió un accidente que posteriormente provocó que se hundiera frente a las costas de Ushuaia.
El incidente se produjo durante la primera navegación del barco a la capital fueguina desde la ciudad de Buenos Aires, en el marco de una campaña dispuesta por el Gobierno Nacional.
El Monte Cervantes, de unos 160 metros de largo y perteneciente a la empresa alemana Hamburg Süd, fue construido en Alemania y botado en 1927. Esta nave de pasajeros habitualmente cubría la ruta Hamburgo-Buenos Aires, pero fue contratado por el Gobierno Argentino para realizar cruceros turísticos para promover la Patagonia, actividad que se había comenzado a realizar desde 1922 con el buque "Cap Polinio".
La triste historia de la nave también nos lleva a 1928, cuando sufrió un accidente similar al de las costas fueguinas, pero en Noruega. Durante un viaje, choca contra un témpano que le produce una seria avería, pero es rescatado por un barco ruso que le pudo soldar el agujero que se le había producido.
Este último viaje del Monte Cervantes comenzó el 15 de enero de ese año en Buenos Aires. Había realizado la trayectoria hasta Puerto Madryn, luego a Punta Arenas y finalmente Ushuaia, donde arribó el 21 de enero. Al día siguiente zarpó, con destino a la bahía Yendegaia, y posterior regreso a Buenos Aires. Pero esta etapa quedó trunca al producirse el choque contra una roca sumergida cercana al islote del faro Les Eclaireurs.
"La Maniobra que realiza el capitán del buque Teodor Dreyer, de encallar la nave en las rocas, permitió que pudieran bajar todos los pasajeros, parte de la comida y algo del equipaje", recordó el historiador del Museo del Fin del Mundo, Hugo Santos.
El buque permaneció encallado durante unas 30 horas, pero el movimiento de la marea y un intento de auxiliarlo, para llevarlos hasta el puerto de Ushuaia, profundizó la brecha que tenía y produjo que se vuelque sobre uno de sus lados. En esa posición quedó hasta la década del 40, cuando lo intentaron reflotar pero se terminó hundiendo.
La historia marcó a la comunidad de Ushuaia de aquella época, que era una aldea de 800 a 900 habitantes, porque albergó a las casi 1500 personas que se encontraban a bordo del buque. Esto "destaca la actitud de la población local que auxilió a los náufragos y les brindó techo, comida y en muchos casos abrigo, teniendo en cuenta que se habían perdido los equipajes", señaló Santos.
Esta situación duró unos 6 días, ya que al conocerse la noticia en Buenos Aires, a partir del alerta que emitió el buque al chocar, se envió al "Monte Sarmiento", un gemelo del Monte Cervantes, para que busque a los náufragos. La nave llegó y zarpó el 28 de enero de 1930.
Respecto del incidente, Santos comenta que hay dos versiones, "una surge de la investigación que se realizó en Alemania ese mismo año, por parte del Ministerio de Marina de aquel país, que toma como causa del choque que esa roca no estaba registrada en las cartas náuticas que usaba el barco, que eran de origen inglés", y la otra versión es de los testigos que estuvieron en el puerto ese día y "vieron la maniobra del buque, quienes pensaron en que hubo una equivocación en lo que habían hecho". Por lo que Santos estimó que se trató de "una falla humana".
