A
unque el enrarecido clima político que vive la provincia no deja ver su importancia, en el seno interno de la sede Ushuaia de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, se debate la transferencia para la puesta en marcha de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, cuya aprobación en el Congreso se diera el pasado 18 noviembre.El 18 de noviembre pasado, el Congreso de la Nación aprobó la creación de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. El último centro universitario del País que contó con apoyo pleno del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), bajo el entendimiento del necesario desarrollo educativo y científico de la Argentina por jurisdicciones, modificando de esta manera el concepto de regionalidad imperante durante las anteriores décadas.
Como lo indica su ley de creación 26.559, su constitución se consolidará a partir de la transformación de la Sede Ushuaia de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, que cederá todos los servicios educativos, sus bienes muebles e inmuebles, su personal docente y no docente, asegurando los mecanismos para la continuidad, graduación y certificación de los estudiantes, y respetando sus derechos adquiridos.
Y aunque aún no se ha constituido la comisión especial prevista en la norma que debe estar conformada por un representante del Ministerio de Educación de la Nación, uno de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y otros dos designados por el Rector Organizador, en representación de la Universidad Nacional de TDF, las actuales autoridades, cuerpo docente y no docente, ya comenzaron a debatir el proyecto educativo que permitirá desarrollar el potencial de nuestra provincia en todas sus facetas.
"La nuestra no es una universidad cualquiera. Por su ubicación estratégica, ha sido la única que el CIN no opuso objeciones, ya que a través de ella se planteará un modelo de sociedad y un observatorio que identifique los problemas que tiene que resolver la Provincia", indicaron con entusiasmo los miembros del equipo de trabajo, que con sana vocación de futuro, comenzaron a trabajar en el principal proyecto educativo de la historia de Tierra del Fuego.
Y aunque el enrarecido clima político que vive la provincia no deja ver su importancia, en el seno de los claustros ya se dio inicio a un proceso de debate interno al que se le sumará en primera instancia el CADIC, Recursos Naturales de la Provincia y el gobierno fueguino.
"La parición de esta nuestra universidad, es muy buena, porque permitirá a la sociedad barajar y dar de nuevo. Y replantearnos todos juntos hacia dónde vamos", afirmaron los miembros de este grupo de trabajo que en silencio, hizo propio el desafío de esta nueva construcción de alto significado para todos los fueguinos.
