Los propietarios del VW Gol rojo secuestrado el jueves en la causa que investiga el crimen del taxista Antonio Toledo denunciaron públicamente haber sido víctimas de un "atropello" y se mostraron "indignados" por el desempeño de las autoridades judiciales. El matrimonio integrado por Omar Guevara y Juana Pérez vive con sus seis hijos, entre ellos una chica discapacitada, en la zona de Andorra.
Guevara es albañil y colecciona cuchillos. Dice que hace unos días sufrió un accidente con el auto que utiliza la familia para movilizarse. Y que desde el miércoles 19, el vehículo se encontraba para su reparación en el taller mecánico de chapa y pintura ubicado sobre la calle Fadul, casi esquina Magallanes.
Al día siguiente, el jueves 20, a las 15.30, el juez de instrucción Javier de Gamas Soler ordenó el allanamiento de la vivienda de los Guevara y también la propiedad de una cuñada, ubicada en la calle Isla de los Estados 4041.
La Policía secuestró los cuchillos de colección, preguntó por el paradero de Alexis Cortes (el novio de una de las hijas de la pareja) y por el auto Gol rojo.
La familia dice haberse enterado escuchando la radio que le habían secuestrado el vehículo. Y se queja tanto de la falta de explicaciones de la Justicia, como de que jamás los hayan citado para poder aclarar lo que hiciera falta.
"Tengo derecho a saber por qué me imputan""Todo empezó con el allanamiento en casa de mi hermana. Rompieron las puertas para entrar. El lugar estaba vacío porque no vive nadie allí. Evidentemente buscaban alguna pista pero no nos dijeron qué era. Preguntaban por Omar Guevara, mi marido, y por Alexis Cortes, que es el novio de mi hija", relató Juana Pérez en diálogo exclusivo con EDFM.
–¿Dónde estaban ellos en ese momento?
–Trabajando juntos. Son albañiles los dos.
–¿Les dijeron por qué los buscaban?
–Sí, porque estaban implicados en el asesinato del taxista.
–¿Qué más les dijeron?
–Ahí me dicen que vaya a mi casa porque también la estaban allanando. Pasé a buscar a Omar por el trabajo y nos fuimos para Andorra.
"Yo colecciono cuchillos. Se llevaron ocho que estaban colgados en una pared y que tuvieron que sacar con un destornillador. Revisaron mi camioneta, la casa, todo, y no encontraron absolutamente nada. También se llevaron los celulares nuestros", contó Guevara.
"Entiendo que la Justicia tiene que hacer el camino. Mi indignación es porque llevo casi cuarenta años en Ushuaia. Tengo hijos y nietos nacidos acá. Mi mujer es fueguina. Si mis manos están sucias es por trabajar, y no por haber cometido un crimen", agregó el hombre.
–¿Lo que más cuestiona es la falta de explicaciones?
– El juez puede investigar y tener sus sospechas, pero entiendo que antes de hacer todo esto tendría que haber preguntado quién soy. O haberme escuchado. Tengo derecho a saber por qué me imputan en algo tan grave. Por eso siento indignación e impotencia. Siempre estuve orgulloso de vivir en Ushuaia. En este momento me siento muy mal. Me gustaría que me cite el juez.
–¿Cómo se enteró del secuestro del auto?
–Por la radio. El auto estaba en el chapista por un choque ocurrido días antes. Cuando fuimos a preguntar nos dijeron que se lo había llevado la Policía. Para mí esto es un manotazo de ahogado. Por este crimen va a caer el primer infeliz que se les cruce en el medio.
–¿Qué piensan hacer ahora?
–Vamos a buscar a un abogado. Y el miércoles a primera hora estaremos en el juzgado pidiendo explicaciones. Alguien nos tiene que atender. Alguna explicación nos tienen que dar.
