El homicidio del artista plástico en Ushuaia

La familia de Pereyra será querellante cuando se levante el secreto de sumario

20/07/2010
L
a familia del artista plástico Miguel Pereyra, asesinado en Ushuaia el pasado 29 de junio, recién se constituirá como parte querellante en la causa que investiga el crimen cuando el juez interviniente levante el secreto de sumario.
Así lo confirmó ayer a este medio el abogado Fabián Güeto, representante legal de los familiares de Pereyra, quien sin embargo pidió “no hacer declaraciones mediáticas” sobre el caso, al menos en la instancia actual.
El letrado tampoco pudo precisar cuándo vence el plazo procesal que impone secreto a las actuaciones judiciales, y deslizó que esa circunstancia puede ser modificada por el magistrado que lleva adelante la investigación, el juez de instrucción de Primera Nominación, Javier de Gamas Soler.
“Por el momento prefiero no dar otros detalles. Todavía no nos hemos constituido como querellantes pero lo haremos cuando no rija el secreto. Es todo lo que tengo para decir”, se excusó Güeto en diálogo con un periodista de EDFM.
El abogado también mencionó que aún no han mantenido reuniones con la fiscal que atiende la causa, Karina Echazú, a pesar del ofrecimiento que en su momento realizó el Fiscal ante el Superior Tribunal de Justicia, Oscar Fapiano, en oportunidad de la manifestación de colegas y allegados al artista realizada frente al edificio de Tribunales. Ese día, Fappiano le ofreció a los familiares directos de Pereyra (su hija Tatiana, y su pareja, Mónica) recibirlos regularmente en la Fiscalía para mantenerlos al tanto de los avances que se produjeran en la investigación.
Hasta el momento, el entorno más cercano al artista ha optado por el silencio. En los últimos días se negaron a la intervención de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia, y tampoco aceptaron participar de otras manifestaciones para pedir por el esclarecimiento del caso. Los familiares optaron por derivar las consultas con el abogado, pero éste también se mostró renuente a brindar mayores precisiones sobre el rumbo del caso.
A Miguel Pereyra lo ultimaron de un balazo en la cabeza. Aunque su cuerpo fue hallado dos días más tarde, el jueves 1 de julio, los investigadores estiman que la muerte data del 29 de junio. La filmación de una cámara de seguridad registró esa jornada el paso del vehículo propiedad del artista rumbo al Parque Nacional, y quince minutos después, el regreso del mismo jeep hacia el centro de la ciudad, antes de que lo abandonaran. Se presume que en ese lapso, el atacante llevó a la víctima hasta las inmediaciones del autódromo y lo ejecutó de rodillas, con un arma 9 milímetros. El casquillo de la bala fue encontrado por la Policía enterrado en la nieve, lo que confirma que el crimen se llevó a cabo en ese lugar.
Sobre el móvil del asesinato poco se sabe. La casa de Pereyra no fue asaltada. Su pareja no se encontraba en la ciudad en ese momento. Los amigos coinciden en señalar que no tenía enemigos conocidos y que era un hombre sencillo dedicado al arte en sus diferentes formas: era músico, pintor, fotógrafo y escultor. También era ingeniero químico y como tal se había desempeñado en el área de Bromatología de la Municipalidad, hasta su jubilación.


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