Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente

Censo de aves acuáticas en la reserva costa atlántica

18/08/2010
L
a Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente se sumó este año al censo de invierno realizado por la ONG Wetlands, dedicado a la conservación de los humedales en todo el mundo. Esta participación será a través del técnico Tabaré Barreto de la Dirección de Áreas Protegidas y Biodiversidad.
Se trata de un programa de monitoreo a largo plazo realizado por voluntarios, que se basa en conteos semestrales de aves acuáticas en varios humedales durante los meses de febrero y julio. Según explicó Tabaré Barreto, Técnico de la Dirección de Áreas Protegidas y Diversidad provincial, los conteos apuntan a “especies como macaes, cormoranes, garzas, cigüeñas, bandurrias, flamencos, patos, gallinetas, gaviotas, gaviotines, chorlos y afines”.
“El monitoreo es una herramienta esencial para estimar las poblaciones de las aves acuáticas”, aseguró Barreto, y en consecuencia aseguró que permite “contar con información cuantitativa y actualizada sobre su estado de conservación en los humedales prioritarios de Argentina”.
En la Reserva Costa Atlántica de Tierra del Fuego, los conteos se vienen realizando gracias al constante trabajo del señor Luis Benegas del Museo de Río Grande Virginia Choquintel, “cubriendo fundamentalmente la franja costera comprendida entre Cabo Domingo y Cabo Peñas”, indicó Barreto.
A partir de este año se sumó al censo de invierno personal de la Dirección de Áreas Protegidas y Biodiversidad dependiente de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente de la Provincia, a través de la participación del Técnico Tabaré Barreto.
Esto permitió la cobertura de nuevos sitios de monitoreo, adonde los lugares elegidos para el conteo efectuado en el mes de julio fueron “Paso de las Cholgas, Punta Popper y Cabo Auricosta y el tramo desde la desembocadura del Río Grande hasta el Cabo Domingo”, contó el Técnico.
La Reserva Costa Atlántica de Tierra del Fuego se destaca en otros aspectos por la importante avifauna que concentra, constituyendo un lugar de alimentación y descanso para aves playeras migratorias que llegan todos los veranos desde el hemisferio norte (Canadá, Alaska y EEUU).
Las especies que eligen sus costas durante el invierno para refugiarse y conseguir alimento son numerosas. Algunas, como el Cauquén Costero o Caranca y la Paloma Antártica, “son más fáciles de observar en esta época del año ya que durante el verano migran hacia el sur, hasta el Cabo de Hornos las primeras y hasta la mismísima Antártida las otras”, comentó Barreto.
En el censo invernal se relevaron en la Reserva “cerca de 20 especies de aves, destacándose en número el Ostrero Austral, el Pato Crestón, la Gaviota Cocinera y el Caranca”. Entre los menos registrados se contó a dos especies migratorias que llegan solo en verano como el “Chorlito Doble Collar y el Playero Trinador, tratándose de ejemplares que en lugar de migrar hacia el norte con la llegada del invierno junto al resto de la bandada, decidieron quedarse a esperar la primavera en la Ciudad de Río Grande”, concluyó.