La historia oculta de Cristian Godoy Maldonado

El detenido por el crimen de Miguel Pereyra tiene antecedentes violentos y varios contactos políticos

26/08/2010
E
stá preso como sospechoso de haber matado al artista plástico y ayer lo indagaron. Pero hasta el 14 de mayo de este año fue secretario administrativo del Concejo Deliberante de Tolhuin, de donde lo suspendieron por la misma sospecha de defraudación que terminó con la destitución del concejal Bellafronte, del Frente para la Victoria. Además tiene denuncias de familiares por lesiones, amenazas, hurto y abuso de armas de fuego.

l hombre detenido y vinculado con la investigación por el crimen del artista plástico Miguel Pereyra tiene tantos antecedentes violentos como vínculos políticos. La historia de Cristian Sebastián Godoy Maldonado, a quien ayer indagaron por su supuesta relación con el homicidio, incluye varias denuncias penales por lesiones, amenazas, hurto y abuso de armas de fuego, aunque también por presunta defraudación al Estado.
Es que Godoy Maldonado se desempeñó como secretario administrativo del Concejo Deliberante de Tolhuin, hasta que el mismo cuerpo lo suspendió por las sospechas que también abarcaron al concejal Dionisio Bellafronte, del Frente para la Victoria.
Según una denuncia que ahora investiga el juez de Río Grande Eduardo López, tanto Bellafronte como Godoy Maldonado solicitaron adelantos de sueldo que nunca habrían sido devueltos.
Por esta razón, el Concejo destituyó a Bellafronte el pasado 29 de julio, luego de un juicio político, mientras que el ahora detenido por el crimen de Pereyra había sido suspendido del cargo por tiempo indeterminado y sin goce de haberes, el 14 de mayo de este año.
En Ushuaia, distintas fuentes consultadas por este medio confirman que Godoy Maldonado posee vínculos con el PJ desde hace varios años (muchos lo definieron como “un puntero”) e inclusive le atribuyen mantener buena relación con referentes de otros partidos.
Por otra parte, es la segunda vez en los últimos meses que a un detenido como sospechoso de un asesinato se le comprueba que tiene contactos políticos.

Raid delictivo

Los investigadores del crimen de Pereyra señalan como “muy curiosa” la cantidad de hechos de violencia que habría protagonizado Godoy Maldonado en el período comprendido entre su suspensión en el Concejo Deliberante y el día de la muerte del artista plástico, a quien según algunas fuentes, conocía de antes.
De acuerdo a la denuncia judicial radicada por el ex suegro del ahora detenido, de nombre Oscar Roberto Molina, el 22 de junio a las 15.35, concurrió a buscar a su nieto a la escuela N°1. Lo acompañaba su hija, y madre del menor, Andrea Paola Molina, con quien Godoy Maldonado estuvo casado hasta noviembre de 2008 y luego se divorciaron.
La mujer bajó del coche para buscar al chico, mientras que su padre se quedó en el auto. Según su relato, en ese momento se presentó Godoy Maldonado a bordo de una camioneta 4 x 4, y luego de insultarlo, lo sujetó con las manos y le pegó varios golpes. Después subió otra vez a la camioneta y desde la posición del conductor sacó un arma de fuego y le dijo “mirá lo que tengo para vos”, entre otras amenazas tanto a él como a su hija.
La propia mujer reconoció luego que había sufrido otras amenazas anteriores por parte del mismo sujeto, quien le habría dicho que la “iba a matar”, que la podía “hacer desaparecer” y que “voy a quedar libre porque tengo un montón de amigos abogados que me van a hacer zafar”.
Incluso la ex esposa de Godoy Maldonado denunció que en abril de este año, el hombre le hurtó el vehículo (la misma camioneta desde donde habría proferido las amenazas al ex suegro) llevándose un día las llaves del rodado del interior de su casa. El hurto se investiga actualmente en la causa judicial N°19652.
La mujer también denunció que su ex marido manipuló un arma de fuego mientras llevaba a sus tres hijos a la escuela y durante un viaje con dos de ellos a Tolhuin, el 19 de junio, en que bajó la ventanilla y “desde adentro del vehículo le disparó a una vaca”, afirma la denuncia.
Las presentaciones contra el sospechoso del crimen de Pereyra incluyen también la amenaza que le habría proferido a su propia hija el mismo 22 de junio, llamándola al celular y diciéndole que su abuelo era un mentiroso, que no había pasado nada y que “por ahora a ellas no les haría nada”.

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