En una nota dirigida al Secretario de Desarrollo Sustentable y Ambiente de la Provincia

Desde el CIEFAP advierten lo perjudicial que será desafectar las áreas protegidas

10/11/2010
A
utoridades del Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP) también se sumaron a las voces de preocupación de organismos nacionales ante la posibilidad e desafectar las áreas protegidas de Laguna Negra y Río Valdez para posibilitar la ampliación del ejido urbano de Tolhuin.
En este caso, José Lencinas, director del CIEFAP, envió una nota al Secretario de Desarrollo Sustentable y Ambiente de la Provincia, donde al comienzo considera que actualmente, en la región se evidencia un progresivo crecimiento poblacional, acompañado de un uso de los recursos naturales cada vez más extendido e intenso. En consideración a ello, la conservación del ambiente natural es esencial para garantizar la sostenibilidad de las funciones ecosistémicas. Esto conlleva a una creciente valoración por parte de las sociedades de los servicios ambientales que prestan los ecosistemas boscosos. Por este motivo, la tendencia mundial es aumentar la superficie de áreas protegidas bajo conservación y manejo sostenible.
De ese modo, destaca la importancia de esas dos reservar para el desarrollo turístico pensado para la comuna de Tolhuin, ya que ambas ofrecen valiosas oportunidades para el desarrollo Eco-turístico y la recreación de la población local. Así, remarca que es fundamental considerar que este desarrollo se verá potenciado por la misma existencia de un entorno natural en buen estado de conservación integrado a un ordenamiento territorial de uso del suelo con su respectivo marco regulatorio y de monitoreo.
Ambas reservas resultan fundamentales para posicionar a la comuna como “villa turística” y la desafectación de las mismas del Sistema Provincial de Áreas Protegidas, significaría un retroceso ambiental y dejaría claramente a Tierra del Fuego como una de las provincias patagónicas con menor proporción de superficie bajo protección.
Por otro lado y si bien no es percibido en su total dimensión en la toma de decisiones, el fuerte impacto que conlleva la alteración del suelo, producto de la tala de los bosques de montaña para urbanización, conduce a una situación de amenaza ambiental que ponen en riesgo la seguridad de la población frente a fuertes disturbios.
Finalmente, Lencinas en su nota manifiesta que es fundamental la conservación de las reservas que circundan las áreas urbanas, que deberían ser parte de una estrategia de gestión ambiental para pautar el desarrollo urbano.