Ante socios y autoridades del Yacht Club Argentino en Buenos Aires

La Armada brindó una charla sobre el operativo de rescate del velero “Nashachata”

13/04/2011
D
ías atrás, el capitán de corbeta Andrés Antonini brindó una charla, en la ciudad de Buenos Aires, sobre el operativo de rescate de los náufragos del velero polaco “Nashachata”, que en diciembre del año pasado fue azotado por una tormenta cuando navegaba por las aguas del Canal Beagle.
El oficial de la Armada Argentina brindó detalles de la operación, a los socios y autoridades del Yacht Club Argentino, teniendo en cuenta que en aquel momento se encontraba como comandante del aviso ARA “Gurruchaga”, que fue la embarcación que acudió al llamado de ayuda del velero.
Según menciona el sitio web Gaceta Marinera, el capitán Antonini destacó “el esfuerzo de todo el personal del buque”, asegurando que “fue espectacular y quiero destacar todo lo que hizo esa gente por sus semejantes”. Asimismo, se indica que durante su alocución, en la que dio detalles de cómo está organizado el sistema de Búsqueda y Rescate, los presentes hicieron preguntas y se mostraron interesados en la temática.
La información recuerda que el “Nashachata” era un velero de acero, de 17 metros de largo, que navegaba desde la Antártida con 7 tripulantes: el comandante, su hermano y turistas que se encontraban dando la vuelta al mundo.
El velero polaco se declaró en emergencia el 13 de diciembre, cuando navegaba por las aguas del Canal Beagle, en proximidades de bahía Sloggett, tras quedarse sin gobierno. En aquel momento el viento era de uno 180 kilómetros por hora, con ráfagas de casi 200 kilómetros por hora. Cuando trataron de fondear en esa bahía, para no quedar expuesto al fuerte oleaje por causa de la tormenta, el capitán no pudo evitar encallar contra una roca y romper el mástil principal.
Cuando recibió la orden de zarpar, el “Gurruchaga” se encontraba fondeado fuera del puerto de Ushuaia, recientemente arribado luego de efectuar el recambio de personal en los puestos de Isla de los Estados.
“La dotación del buque estaba muy unida y capacitada y yo conocía la gente que tenía. Veníamos de una situación muy dura: habíamos entrado al puerto de Ushuaia con muy malas condiciones meteorológicas, y nos ordenaron zarpar nuevamente”, contó el capitán Antonini.
De camino a la zona del naufragio, el “Gurruchaga” se clavaba en el canal Beagle, donde el viento era de entre 120 y 150 kilómetros por hora. En la zona había otras embarcaciones pero por sus características no estaban en condiciones de prestar ayuda al velero siniestrado.
Al momento en que el buque argentino arribó a las inmediaciones del velero, y viendo que se encontraba volteado de lado, debieron aguardar unas horas a que el tiempo mejorara un poco para poder bajar 2 botes con personal y rescatar a los náufragos.
Ellos agradecieron mucho la presencia de la embarcación de la Armada, que les dio esperanzas al verlos arribar al lugar del siniestro y la eficiencia del rescate. Los heridos fueron atendidos a bordo del aviso y emprendieron el inmediato regreso a Ushuaia.
Cabe recordar que el capitán del velero, Marek Radwanski, y su hermano Pawel, de nacionalidad polaca, fallecieron en el momento del accidente al caer al agua. Al primero de los tripulantes fallecidos lo trasladó un helicóptero de una empresa fueguina, en una operación coordinada con la Armada; mientras que al segundo cuerpo lo llevó el “Gurruchaga”.