E
l intendente de Ushuaia, Federico Sciurano, confirmó la obligatoriedad de que las viviendas de Ushuaia cuenten con el tanque para reserva de agua, y observó que si el Municipio ha venido permitiendo ejecuciones de obra sin exigir este requisito es por el grave problema habitacional que existe en la ciudad.
El jefe comunal anotó –a través de FM Master’s– que por el hecho de que la ciudad “vive actualmente una situación habitacional que es muy comprometida, hizo que el Municipio, en la medida de las posibilidades, trate de incentivar la construcción de viviendas que permitan a la gente encontrar una solución definitiva”.
Y en ese marco, dijo, “reconociendo las grandes dificultades que existen para que la gente encuentre un lugar donde vivir, la Municipalidad no impide que se construya si la obra no contempla la colocación del tanque de agua, a pesar que desde hace unos años es obligatorio”.
Sciurano remarcó que la obligatoriedad fue planteada “hace algunos años”, aclaración que fundamentó en el hecho de que “hay muchas viviendas que tienen planos aprobados sin tener tanque de agua”, señalando que “esto se debe a que en aquel momento no había esta exigencia”.
El titular del Ejecutivo capitalino señaló no obstante que “lo que hace el Municipio a partir de que se construye una casa sin el tanque de agua es dar una aprobación del plano condicionado. Es decir que no impide construir la vivienda y habitarla, sino que no te da la aprobación definitiva del plano hasta tanto no se cumplimente esta exigencia legal”.
“Obviamente que la necesidad de contar con un tanque de agua en su casa, cuando se dan situaciones lamentables como las que nos ha tocado vivir hace unos días atrás”, dijo, en alusión a los cortes del suministro de agua potable dispuestos por la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios.
Sciurano subrayó que “fue notoria la diferencia en aquellos que pudieron hacer uso de su reserva de agua en su casa, por tener un tanque, respecto a los que no los tenían, porque pudieron afrontar la crisis del agua de una manera distinta”.
Consideró, de todos modos que el problema del agua “deberá resolverse con inversión del Estado, cosa que durante décadas no hizo; porque si no pareciera que el inconveniente se genera porque los vecinos no tienen tanques en sus casas”.
Señaló que “el tanque es un paliativo, que ayuda a las familias en los momentos críticos, en una ciudad que tiene dificultades de abastecimiento de agua”.
“Pero uno no debe perder nunca la visión de que acá hace falta una planificación e inversión por parte del Estado”, insistió, para remarcar que “si hace diez años se le hubiera prestado la debida atención a este asunto, hoy no tendríamos este problema”.
Manifestó que “lamentablemente, hoy estamos pagando el precio de una dirigencia que estuvo siempre concentrada en cómo ganar elecciones que se iban a dar en cuatro años, y sabiendo que con este tipo de inversiones a largo plazo no iban a lograr esos resultados que pretendían”.
Comparó la situación actual del agua con “el problema que nos tocó vivir a nosotros como administración en materia habitacional; porque asumimos con una realidad que venía arrastrando dos décadas sin que nadie se hubiera hecho cargo; hasta que el tema reventó y se hizo imposible mirar para el otro lado”.
