E
l Congreso de la Nación expresó ayer su repudio a la destitución de Fernando Lugo de la Presidencia de Paraguay, acontecida el viernes pasado luego de un juicio político iniciado por el Congreso guaraní.
En el marco de sesiones simultáneas, el Senado y la Cámara de Diputados emitieron una declaración donde expresan “su enérgico rechazo a la situación de ruptura del orden democrático y de la voluntad popular acaecida en la República del Paraguay, por no haberse respetado las garantías del debido proceso y la defensa en juicio del presidente constitucional Fernando Lugo”.
Sin debate, senadores y diputados aprobaron por unanimidad el texto consensuado por las comisiones de Relaciones Exteriores del Congreso y con la asistencia del senador paraguayo Sixto Pareira y de Gabriel Enciso, embajador argentino en Paraguay retirado luego de la destitución de Lugo.
Una de las oradoras en el recinto fue la diputada nacional Liliana “Chispita” Fadul (Partido Federal Fueguino) quien fustigó “la arbitrariedad en el uso de un mecanismo tan importante como es la institución del juicio político” para el derrocamiento de un presidente, lo cual “constituye un verdadero desprecio por las garantías constitucionales”.
La parlamentaria argumentó que “en pleno siglo XXI, cuando los pueblos de la región, con firme convicción pero no sin serias dificultades, decidimos encauzar nuestra historia a través de procesos democráticos, estamos ante un nuevo ataque perpetrado a la verdadera democracia”.
Asimismo, apuntó que “más allá de las consideraciones particulares que pueda tener cada uno acerca de su desempeño, consideración que creo no debemos poner hoy en tela de juicio, la celeridad de la destitución claramente menoscabó, por no decir negó, el derecho a una justa y legítima defensa de quien fue elegido por el pueblo paraguayo como máximo conductor del destino de ese país”.
En esa línea, Fadul advirtió que “la negación del derecho a la defensa convierte lo que es una institución, el juicio político, en un envase vacío” ya que “es imposible considerar democrática una destitución que viola algo tan esencial como el debido proceso”. Y agregó que “esta vez el golpe fue dado a través de canales institucionales”.
“La arbitrariedad en el uso de un mecanismo tan importante como es la institución del juicio político, constituye un verdadero desprecio por las garantías constitucionales”, enfatizó.
Del mismo modo, entendió que “el abuso es siempre reprochable, mucho más en el marco de un juicio político, que conlleva consecuencias tan transcendentes y profundas. Bajo estas condiciones, este mecanismo termina representando un traje legalista a medida, para un accionar absolutamente antidemocrático”.
La diputada del Federal Fueguino expresó que “el daño está hecho y es enorme”, y “con el paso del tiempo iremos conociendo su verdadera magnitud, dejando grandes heridas en las instituciones y en el pueblo hermano del Paraguay”.
Por otra parte, resaltó “la actitud asumida en nuestra República” ya que “el hecho que la gran mayoría haya alzado su voz en rechazo de lo ocurrido deja a las claras que, más allá de las disputas partidarias con las que convivimos y los distintos modelos de país que podamos defender, sabemos hoy que nuestro futuro está fuertemente ligado al bienestar de todos los pueblos de la región”, lo cual “sin dudas implica defender firmemente nuestra democracia y la de nuestros pueblos hermanos”.