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ientras la concejal riograndense Laura Colazo continúa sin presentar los papeles para aclarar la situación de su doble función como edil y asesora de Jorge Colazo en el Senado, su situación política empeora, más ahora de la mano del exabrupto cometido por su padre.
Ayer por la tarde, un iracundo Jorge Colazo entró a los portazos al Concejo Deliberante de la ciudad de Río Grande, donde recriminó a los concejales por “perseguir” a su hija. Hubo durísimos cruces verbales, por lo que el Cuerpo evaluó efectuar una denuncia policial.
La repentina aparición de Jorge Colazo en el Concejo Deliberante de Río Grande tiene ribetes de escándalo, quien dirigiéndose al despacho del concejal Alejandro Nogar, acusó al joven edil como el impulsor de la denuncia contra Laura Colazo, por su irregular situación al haber asumido como concejal, sin renunciar al cargo de asesora que tenía en el Senado; el Senador y destituído Gobernador buscaba hablar con Nogar, aparentemente en términos sumamente violentos.
Nogar no se hallaba en su bloque, ya que por ese entonces se encontraba en la Presidencia del cuerpo, acompañado de los concejales Miriam Boyadjián y Esteban “Chiquito” Martínez; quienes debieron interrumpir la charla cuando increíblemente apareció de forma repentina Colazo para reclamar por el pedido de informes al Senado por la situación confusa de su hija.
Cabe recordar que todo trascendió a partir de una resolución dando de baja el cargo de asesora a Laura Colazo recién el pasado 23 de enero, cuando ya llevaba más de un mes desempeñándose como concejal en Río Grande, cuestión irregular, incompatible, y posiblemente merecedora de su destitución.
Atento a ello, Laura Colazo prometió aclarar todo con papeles que tras varias semanas aún no da a conocer, encontrándose en una posición política sumamente comprometida, más aún frente al exabrupto de su padre que seguramente poco colaborará en atemperar.
Duros cruces
Colazo recriminó a los ediles la “persecución” a su hija y allí habría proferido amenazas, que motivaron el enojo del concejal justicialista, Esteban “Chiquito” Martínez, único referente con la personalidad y templanza necesaria para hacer frente a la nefasta interferencia de este Senador en un Concejo Deliberante local.
“Chiquito” le recriminó a Colazo “la persecución de los compañeros” por lo que la discusión subió de tono hasta terminar en un verdadero escándalo en el cual debieron mediar asesores y empleados del Concejo, para que la situación volviera a una normalidad relativa.
Desde el Concejo Deliberante el cuerpo de ediles aún no hizo manifestación alguna en torno a este incidente, por lo que se analiza el sistema de circuito cerrado y la posibilidad de radicar una denuncia contra Colazo.
En cuanto a la situación política de Laura Colazo, este verdadero desaguisado de su padre parece haber dado el golpe de gracia a un destino que ya parece marcado, la destitución, que ya parece convertida en una tradición familiar para los Colazo. (Fuente: www.actualidadtdf.com.ar)
