Recurrirán a la Justicia

Denuncian por presunta mala praxis a un equipo de oftalmología

10/09/2012
U
n grupo de vecinos de Ushuaia prometió efectuar una demanda judicial contra un médico oftalmólogo y un cirujano que prestan servicios en la Clínica San Jorge, tras denunciar que fueron víctimas de una presunta mala praxis médica, durante intervenciones quirúrgicas y procedimientos médicos realizados en el sanatorio capitalino por ese equipo de oftalmología.
La acusación es contra el oftalmólogo Franklin Aguilera y cirujano Alejandro Grondona –especialista que atiende de manera itinerante en la ciudad–, a quienes los demandantes acusan que ser responsables de “la pérdida de calidad de vida de muchas personas” y de propiciar una actividad lucrativa y un “comercio con la salud de los pacientes”.
Nueve damnificados se autoconvocaron el sábado para dialogar con el EDFM y exponer la dramática situación que viven por estos días. Todos los relatos tuvieron muchos puntos en común y pusieron en evidencia una clara muestra de indignación e impotencia, ante tamaña situación. Acusaron que “hubo diagnósticos equívocos y mentirosos” y “mutilaciones por dinero”. No obstante, a los entrevistados también los une la esperanza de que la situación tome estado público en la comunidad y el ferviente deseo que “esto no le vuelva a pasar a nadie más”.
El diario pudo confirmar que un numeroso grupo de damnificados fueron auditados por la Fundación Zambrano de Buenos Aires, a través de la intervención de la obra social del Instituto Autárquico Unificado de Seguridad Social (IPAUSS), momento en el cual se habría constatado los graves daños irreversibles producidos en la visión de los denunciantes.

Algunos de los testimonios

María Amelia “Anett” Riquelme Auger es una de las personas damnificadas y contó a este medio: “Entré a la Clínica viendo y salí sin poder ver”, al asegurar que “actualmente tengo una disminución de la visión de un 50%, por lo que hace seis meses y medio y no puedo trabajar y hacer mi vida como antes”. Detalló que en marzo pasado “recurrí a Franklin Aguilera para solicitar una receta para un aumento de los anteojos y sin realizar estudios específicos me diagnosticó que tenía cataratas en los dos ojos y me dio un turno para la semana siguiente para operarme de inmediato con el doctor Grondona”.
La mujer denunció, al igual que sus pares, que hubo numerosas irregularidades en los procedimientos y en las condiciones de trabajo: “Durante la intervención la asepsia de ellos fue un desastre, no me anestesiaron, no me colocaron gotas ni tranquilizantes, ni previamente me hicieron firmar un protocolo médico, como se realizaría en cualquier lugar serio”, aseveró.
La entrevistada describió que luego, en las siguientes consultas “me dijeron que en el ojo no operado, tenía liquido en la mácula y por ese motivo me pusieron tres inyecciones de avastin en un procedimiento que resultó muy doloroso. Después supe que ésta droga ésta indicada para enfermos crónicos y no en mi caso que no tenía absolutamente nada”.
Anett aseguró que actualmente padece de “vitriitis”, que explicó “es una inflación al vitrio diagnosticada por otros oftalmólogos, a pesar que ellos me dicen que me encuentro en óptimas condiciones; cosa que es inexplicable porque yo apenas puedo ver”.
En el mismo sentido, Norma Pourcel también expuso su caso para alertar a las potenciales víctimas de este equipo médico. “Me diagnosticaron cataratas en el ojo izquierdo, y por una cuestión de cobertura de obra social recurrí a la Clínica donde conocí a Aguilera”. “Él me dijo que mi problema no se solucionaba con la operación de cataratas, y que necesitaba lentes intraoculares multifocales”. “Convenimos que tenía que pagar 3 mil dólares, por el par de lentes focales y que la obra social pagaba la operación”.
Sin embargo, la denunciante aseveró que “luego me enteré de que la obra social también cubrió el costo de unos lentes monofocales y pagó el procedimiento quirúrgico, por lo que es evidente que también hubo una estafa a la obra social (OSECAC)”.
También comentó que “a la semana de la intervención le dije que no veía bien” y que Aguilera le dijo “que tenía opacado el lente, lo que es imposible y esa versión fue confirmada por otro especialista”. A un año de ese procedimiento equivoco, Pourcel apuntó que “cometieron el error de ponerme los lentes en el ojo enfermo y por eso ahora la complicación que tengo es una degeneración vitria en el izquierdo”. Hoy por hoy la mujer asegura también que “es llamativo que mi historia clínica está en blanco”.
Un afiliado pasivo del IPAUSS, Salvador Guarrera, sumó su testimonio y aseguró también estar padeciendo pésimos los resultados obtenidos de una intervención quirúrgica realizadas por los dos especialistas acusados; motivo por el cual apuntó: “Queremos que la comunidad de Ushuaia se entere de estos casos para que no sea engañada y sea una nueva víctima, porque desde ya suponemos que habrá muchos afectados en la provincia y el país”, por eso es que “decidimos organizarnos para ir más allá con éste reclamo “. Asimismo Guarrera enfatizó: “La verdad que pongo en duda que Aguilera sea médico, porque muchos de nosotros pudimos observar que ni siquiera firma las recetas, ni deja constatado su matrícula provincial o nacional”, sostuvo.
Por su parte, Johnson Horacio manifestó que consultó a los especialistas acusados, por su caso de hipermiotropia y le ofrecieron operarlo para ponerle un lente bifocal, pagando una suma de dinero. Destacó que “me prometieron que me iban a dejar bien sin lentes y puedo comprobar que fui mal diagnosticado y me dejó con un 40% menos de visión de lo que tenía”. Por eso opinó “Aguilera es un psicópata, que juega con la gente”.
Cabe destacar que en los próximos días los pacientes damnificados continuarán elaborando un expediente con el fin de iniciar las acciones legales correspondientes, para que este caso no quede impune.
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