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diferencia de sus antecesores (Daniel León, Ricardo González Dorfman, Liliana Preli y Osvaldo Monti), el nuevo secretario General de la Gobernación, Abraham Darío Farías, no tuvo juramentación protocolar. Por el contrario, la gestión de la gobernadora Fabiana Ríos ocultó lo más que pudo la designación y sólo la dio a conocer mediante gacetilla el viernes último a las 17.18, cuando la actividad de la prensa fueguina tomó el ritmo del fin de semana y el debate político se enfría hasta el lunes.
En su afán de disimulo, la mandataria pone en evidencia su propia incomodidad, al designar en el cargo a Abraham Darío Farías; el mismo funcionario que en 2010 renunció como Subsecretario de Hacienda y como miembro la Comisión de Industrialización del Gas, cuando el Diario del Fin del Mundo –EDFM–, publicó la denuncia que le venía haciendo el periodista riograndense Daniel Puebla, acusándolo a este y al ex marido de Ríos (hoy delegado de la Provincia en Buenos Aires Gustavo Longhi) de intentar sobornarlo para que hablara a favor del convenio por venta de gas de regalías a la empresa de capitales Chinos Tierra del Fuego Energía y Química SA. Uno de los tantos datos que la gacetilla emitida el viernes por la Subsecretaría de Comunicación Institucional de la Provincia a cargo del hijo del Vicegobernador Roberto Croccianelli, omite y sobre el cual la gestión de Fabiana Ríos durante estos 2 años y medio, nunca dio una explicación pública.
“Una cuestión de buena voluntad”
Un día antes que culminara agosto de 2010, este medio publicó una entrevista que realizó al periodista riograndense Daniel Puebla, quien reiterando lo que venía manifestando a través de los micrófonos de FM Aire Libre, aseguró que Darío Farías le había ofrecido 10 mil pesos en concepto de publicidad, para que ese medio del cual es propietario, exaltara las ventajas del proyecto de industrialización de gas regalías –nunca concretado–, que propone la empresa de Capitales Chinos.
“Quiero poner una publicidad de 10 mil pesos”, recuerda que les dijo Darío Farías a Daniel Puebla y a su socio Osvaldo Muñoz. Por lo que el periodista evocó que, cuando le preguntó si estaba trabajaba en la empresa china o si representaba a estos, Farías dijo que no, sino que su misión era “una cuestión de buena voluntad”, porque los chinos “se querían llevar bien con los medios de Río Grande y de Tierra del Fuego”.
En declaraciones a EDFM Puebla dedujo que la propuesta publicitaria podría calificarse como de “una coima”, porque cuando le expresaron la necesidad de extenderle una factura y un recibo “como corresponde, así nosotros dejábamos ingresado el dinero a la radio”, Farías se negó a blanquear la oferta dineraria, de la cual él como profesional en la materia no desconocía como acto de legitimidad contable.
“No quiero decir nada hasta que hable con Aramburu”
Ese mismo día que se entrevistó al hombre de prensa, EDFM logró comunicarse con Farías, quien sin negar ni afirmar los dichos de Puebla, pidió un plazo de un día para dar una respuesta, ya que según este debía previamente hablar con el Ministro de Gobierno Guillermo Aramburu.
“No quiero decir nada hasta que hable con Aramburu. No quiero tener quilombo allí”, declaró en esa oportunidad. Sin embargo, EDFM no logró nunca más comunicarse con Farías, como tampoco con Aramburu, para tener una versión que completara o refutara la grave acusación pública ventilada por el reconocido periodista riograndense.
Por la fuerte presión que ejercieron los legisladores oficialistas de entonces, Manuel Raimbault, Elida Deheza, Osvaldo López y Verónica de María, quienes dieron un ultimátum para que Farías se allanara a la justicia, el miembro del mismo bloque Fabio Marinello, se presentó a los estrados del Distrito Judicial Norte pidiendo que se citara al ex funcionario e investigara los dichos de Puebla.
Coincidiendo con el fiscal Guillermo Quadrini, el Juez Eduardo López, desestimó la denuncia que había presentado el legislador Fabio Marinello para que se investigara a Darío Farías. Evidenciando un total desinterés por el tema, los funcionarios judiciales ni siquiera citaron a Farías, como tampoco a los testigos que presentó Puebla. Desde entonces, el hombre que fuera mano derecha de Longhi, se refugió bajo la protección de Marinello, hasta el pasado viernes en que se hizo cargo de la Secretaría General de Gobierno.
