Q
ue al Gobierno provincial le resulta más cómodo trabajar con el Municipio de Río Grande que hacerlo con la Municipalidad de Ushuaia, no es novedad. Pero ello quedó aún más en evidencia ayer por la mañana cuando se inauguró en la Comisaría Primera de Río Grande la ampliación de la central de monitoreo de videovigilancia urbana.
Dicha oficina mejorará la calidad de la prestación del servicio que en esta segunda etapa comprende a 54 cámaras instaladas en zonas estratégicas de la ciudad y que las autoridades pretenden llevar a 180 equipos de monitoreo en un prudente lapso de tiempo.
Mientras, en Ushuaia, la Municipalidad clama por el tendido de fibra óptica que permitiría contar con un sistema similar. Todo el entusiasmo que el Gobierno exhibe en la labor encarada con la gestión de Gustavo Melella parece no tener el mismo eco en la capital provincial, donde la Municipalidad reclama hace más de un año a la Dirección Provincial de Energía (DPE) que autorice la instalación de la red.
Y ello va en detrimento de una sociedad que merece tener las mismas posibilidades que su par del norte. Mientras en Río Grande la videovigilancia ha permitido evitar robos o en su defecto ha servido para encontrar al malviviente en el momento de la flagrancia, en Ushuaia los vecinos no cuentan con las mismas posibilidades a partir de las trabas burocráticas de una gestión que no hace y no deja hacer.
Obra flamante
La obra de ampliación fue realizada en conjunto por el Municipio de Río Grande y el personal de la Policía de Tierra del Fuego que fue asignado a la labor. Las nuevas instalaciones llegan a los 120 metros cuadrados y demandaron varios meses de arduo trabajo con un costo aproximado a los 100 mil pesos.
En las paredes se amuraron los amplios televisores de LCD que reproducen cada uno de ellos diez imágenes generadas por las 54 cámaras instaladas en sectores estratégicos de la ciudad y que son monitoreadas las 24 horas.
Sobre los televisores hay una larga mesa donde se ubican seis operadores que controlan cada uno de los monitores mediante un comando similar al de las consolas de videojuego. Cada operador tiene a su vez un equipo de radio VHF para informar a los móviles policiales en tiempo real.
Por otro lado, entre los 28 efectivos afectados a la videovigilancia urbana, un grupo trabaja en la isla de recepción de llamadas que se construyó especialmente para el 0–800 SOFI (7634), línea telefónica habilitada para recibir mensajes referidos al paradero de la niña Sofía Herrera, desaparecida hace ya varios años.
Además, se conectó una central telefónica de última generación que permite contar con grabación de llamadas para que quede un registro de las comunicaciones telefónicas que se reciben a los números de emergencia del servicio policial.
Tasa de Seguridad Ciudadana
La labor se pudo encarar a pesar de la escasez de fondos que afecta al Municipio de Río Grande, a partir de las demoras en el envío de coparticipación. En efecto, esta ampliación se decidió luego de que se suspendiera el montaje de una central de seguridad para la ciudad en un edificio cedido por el Gobierno provincial.
Es por ello que los funcionarios provinciales como así también los municipales y hasta la propia fuerza de seguridad reclamó al Concejo Deliberante la implementación de la Tasa de Seguridad Ciudadana, un impuesto de 10 pesos que se cobra junto con la factura del servicio eléctrico.
La recaudación total, según se informó, será destinada a la construcción de la central de seguridad antes mencionada y a dotar a la ciudad con 180 cámaras, número ideal con el que se cubriría prácticamente cada zona crítica de Río Grande.
Facio destacó la relación con el Municipio
El secretario de Seguridad de Tierra del Fuego, Daniel Facio, aseguró que “estamos contentísimos por esta nueva inauguración. Esta comisión está dando pruebas fácticas de que se avanza, de que la idea es mejorar las condiciones de nuestros vecinos en cuanto a la seguridad respecta y es prioridad en el Ministerio de Gobierno, Justicia y Seguridad tanto es así que el (Gustavo) Zanone pudo labrar este convenio con el Municipio de Río Grande y nos hemos convertido en compañeros de trabajo en este sentido”.
Además, el funcionario provincial dijo que “apuntamos a 180 cámaras, este es el objetivo de máxima. Hoy estamos en 54 y creemos ciertamente en tanto se pueda llegar a aprobar la Tasa de Seguridad Ciudadana, que en algún momento fue cuestionada, podemos sí definitivamente apuntar al edificio de videovigilancia que está en la calle 11 de Julio y a terminar este mega proyecto que hablamos de 180 cámaras”. |
