L
a diputada nacional por el Partido Federal Fueguino Liliana ‘Chispita’ Fadul, fundamento su férrea oposición a la desde ayer; ley de blanqueo de moneda no declarada (blanqueo de capitales), que se sancionó este miércoles, durante la extensa sesión de casi doce horas en el recinto de la Cámara Baja.
La parlamentaria fueguina compartió su negativa dentro de los 107 votos que reunió la oposición. Desde ese arco político, las críticas más fuertes estuvieron dirigidas a denunciar que la norma abre las puertas “al lavado de dinero” y permite al Gobierno “financiarse a costa del delito, con el fin de aumentar las reservas del Banco Central”.
En su alocución, “Chispita” dijo que el proyecto no era otra cosa que “una herramienta financiera y jurídica diseñada por el oficialismo” con el fin de captar dólares “a cualquier costo”. Motivado principalmente por “el vencimiento de deudas; el cada vez más elevado déficit energético, que se traduce en una presión brutal sobre las cuentas externas. El desarrollo del mercado paralelo de operaciones ilegales de moneda extranjero; el congelamiento del mercado inmobiliario y una economía nacional imbuida en un proceso inflacionario no reconocido, galopante; que cada vez genera menos puestos de trabajo en todo el territorio nacional”.
“Esta iniciativa viene una vez más a romper con el relato, lo que acrecienta nuestras sospechas sobre sus verdaderas intenciones. Un blanqueo exitoso, lo sabemos, tendría como contrapartida un aumento de la deuda en moneda extranjera, lo que se da de bruces contra el denominado proceso de desendeudamiento tan mentado y su principal baluarte; una composición más pesificada de la deuda”, planteó la diputada como aspecto contradictorio del modelo kirchnerista.
El relato oficial y el análisis de Fadul
Como está escrito en la Ley, desde el oficialismo responden que la norma no permite exteriorizar divisas a imputados por delitos de lavado de dinero o financiamiento del terrorismo, como tampoco sus familiares, y que el blanqueo permitirá volcar esa masa de dinero fuera del sistema, a la reactivación del sector energético y sobre todo al inmobiliario. Para ello, la ley aprobada dio vida a al Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (BAADE), al Pagaré de Ahorro para el Desarrollo Económico para financiar proyectos energéticos y de infraestructura, y el Certificado de Depósito para Inversión (CEDIN) para la compra de inmuebles.
Sin embargo la Diputada observa que la medida financiera se asemeja “a la dolarización de la economía nacional”, de los años ´90; “pero de una peor forma. Porque se posibilita estimular con dinero sucio, a sectores donde predomina la lógica especulativa”.
“No se está eligiendo orientar estos recursos primariamente a una política, a un programa de acceso a la vivienda única familiar para los sectores más desprotegidos”. Por el contrario, “se estaría logrando favorecer esencialmente a los sectores que estuvieron fuera de la ley para que se siga especulando con el devenir de la economía argentina”, reforzó Liliana Fadul en consonancia con todas las voces que se opusieron a esta ley impulsada por el Gabinete Económico del Gobierno Nacional.