Caso Prada – 2do. juicio
E
l veredicto del segundo juicio oral y público por el homicidio de Claudio Prada, ocurrido en Ushuaia en 2009, no se conocerá hasta cerca de fin de mes, confirmaron ayer fuentes judiciales allegadas al caso.
Es que el Tribunal Oral en lo Criminal de la ciudad, que lleva adelante el procedimiento, dispuso para la semana próxima una inspección ocular en la vivienda donde tuvo lugar el hecho, en el barrio Río Pipo, y después de ello tendrá lugar un cuarto intermedio de diez días.
Las partes acordaron esa interrupción del proceso por dos motivos centrales. Por una parte, el Tribunal está integrado por jueces subrogantes que no pueden desatender tanto tiempo las tareas de sus propios juzgados. Y por otro lado, la parte querellante, que representa a la familia de la víctima, tiene que participar de otro juicio en la ciudad de Mar del Plata, en Buenos Aires.
De esta manera, el juicio se reiniciará durante los últimos días de agosto en que tendrán lugar los alegatos y finalmente el veredicto de los jueces, precisaron las fuentes consultadas.
“Se pidió una inspección judicial de la casa de mi hermano, en el barrio Río Pipo, para corroborar algunas situaciones mencionadas en el juicio, como donde mi hermano guardaba el arma y la existencia de ciertos lugares particulares de la vivienda ubicada en la calle Río Almanza”, explicó Cristian Prada, hermano del hombre al que asesinaron de un disparo en la cabeza por un supuesto ajuste de cuentas.
“También se hará una pequeña reconstrucción del hecho”, agregó Prada que es abogado y querellante en la causa, además de haber declarado como testigo.
“Todo muy obvio”
El juicio empezó el pasado jueves 1 de agosto en el edificio de Tribunales de Monte Gallinero. Tres de los cuatro acusados se negaron a prestar declaración indagatoria, mientras que un cuarto sospechoso no se presentó a la audiencia. Tanto Gustavo Ariel Farías, como su hermano Maximiliano Oscar Farías y Héctor Omar Caraffa, todos oriundos de la provincia de Santa Fe, decidieron no hablar. Por su parte, Gustavo Adrián Zapata, quien en el momento de los hechos vivía en Ushuaia pero ahora se encontraba fuera de la provincia, no tomó el vuelo que debía trasladarlo hasta la ciudad.
El primer juicio sobre el caso realizado en 2010, donde todos los imputados resultaron absueltos, fue dejado sin efecto por el Superior Tribunal de Justicia al constatarse irregularidades en la valoración de las pruebas.
Ahora los jueces Javier De Gamas Soler (juez de instrucción) Guillermo González (juez de Ejecución) y Felicitas Maiztegui Marcó (jueza Correccional) integran el tribunal durante el segundo enjuiciamiento.
“De los noventa testigos originales declararon diez o doce, los que consideramos más importantes. Desistimos de varios porque iban a repetir lo mismo que ya consta en la causa. Los que declararon han mantenido la misma línea y su palabra ha sido muy importante”, evaluó Cristian Prada.
Sobre el horario de la muerte de su hermano, un punto clave en la investigación que derivó en la nueva sustanciación del proceso, el abogado explicó que “el informe inicial del perito Gervasoni da bien el horario de la muerte, acorde a otros parámetros, como la temperatura del cuerpo, la rigidez cadavérica y otros aspectos. Después vino con un cambio abrupto que no fue aceptado por nosotros y que motivó la nulidad del juicio”, observó.
También dijo que el momento del homicidio está corroborado por otras pruebas: “hay amigos que describen la ropa que tenía puesta la noche anterior y es la misma que tenía cuando lo encuentran muerto. E incluso las pericias demuestran que tenía en el estómago parte de la comida que había comido la noche anterior, e inclusive la misma bebida. Es todo muy obvio”, señaló.
“Estoy preocupado”
Por su parte el abogado Alejandro Berola, defensor de Gustavo Farías, criticó con dureza que se haya permitido un segundo enjuiciamiento del caso.
“Todo el mundo sabe que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito. Mañana le puede pasar a cualquiera. Estoy preocupado por esta falta de amparo a un principio constitucional tan básico”, dijo el letrado.
“El Superior Tribunal ni siquiera anuló el juicio anterior. Entonces no sé para qué hacemos el juicio nuevo. Miramos las mismas pruebas, los mismos testigos, porque no hay nada nuevo”, fundamentó Berola.