C
erca del mediodía de ayer, un grupo de personas bajo la denominación “Fuerza Unida” decidió usurpar un predio deshabitado emplazado en Tolhuin, entre Kekomboch y Karukinka, en la Margen Sur de Río Grande.
Rápidamente, las personas procedieron a delimitar la manzana con sogas y estacas, demarcando los terrenos. En cuestión de minutos, la zona se pobló de vehículos de los cuales bajaban personas que llevaban adelante la misma acción. En menos de una hora, medio centenar de familias ya había ocupado la totalidad del baldío.
Incluso hubo familias que se instalaron con carpas, sin tener en cuenta las condiciones climáticas y la falta de recursos vitales mínimos, como una red de agua que los pueda proveer del esencial elemento.
Al frente del grupo más caracterizado se encontraba una mujer, de nombre Ana Colauti, quien aseguró ser “fueguina desde siempre” y que junto a un hombre y varias adolescentes, se encargó de organizar al resto de las familias. Justamente esta mujer se mostró predispuesta al diálogo y a explicar los motivos por los cuales habían tomado la drástica decisión.
“Yo lo quiero aclarar que esto no es una usurpación pero de acá no nos van a sacar tan fácil. Estos terrenos están tirados acá (sic), sabemos quién es el dueño y que tiene una importante deuda por las tierras”, comenzó diciendo.
Para sorpresa de los medios de comunicación allí presentes, la usurpadora demostró tener un amplio conocimiento no solo de la situación dominial de los terrenos sino además de la cadena de ex propietarios de dicha manzana. “Acá somos pocos y nos conocemos mucho”, dijo entre risas.
“Nosotros, lo que queremos es llegar al dueño y si está endeudado, negociar con él y obtener una solución para quedarnos con los terrenos. Si hay que armar una cooperativa, lo vamos a hacer. Yo estoy sola con seis pibes. De acá yo me voy con una respuesta. Si tenemos que resistir con el cuerpo, lo vamos a hacer”, dijo enfática.
Pasado el mediodía, la Policía de Tierra del Fuego se hizo presente en el lugar y junto con un abogado que representaría al propietario del lote, procedieron a notificar a las familias que allí permanecían. Algunas decidieron retirarse de la zona prontamente pero esos lotes vacíos, fueron prontamente ocupados por otras personas que aguardaban dentro de sus vehículos a escasos metros del lugar.
