El proceso empezó la semana pasada

Se reanuda el juicio por el crimen de María Mabel Almada

19/08/2014
E
l juicio oral y público para esclarecer el homicidio de la trabajadora sexual María Mabel Almada, cometido en Ushuaia en agosto de 2004, se reanudará hoy en la sala de audiencias del edificio de Tribunales, en Monte Gallinero, luego de un cuarto intermedio de siete días.
El Tribunal Oral en lo Criminal de la ciudad, integrado para el caso por tres jueces subrogantes, comenzará a partir de las 9 una nueva ronda de testimonios, luego de las que ya tuvieron lugar la semana anterior.
Un total de once personas, divididas en dos turnos (por la mañana y por la tarde) fueron convocadas para testificar ante los magistrados Felicitas Maiztegui Marcó (actual jueza Correccional) Guillermo González (juez de Ejecución) y Alejandro Ferretto (juez de Familia y Minoridad).
Los testigos también serán interrogados por el fiscal Daniel Curtale y por abogado Raúl Paderne, defensor de César Javier Gangas, el único sospechoso de haber perpetrado el homicidio cuya conducta está siendo juzgada.
El juicio ingresará así en su segunda semana consecutiva, luego de haber comenzado el lunes 11 con la lectura de la acusación contra Gangas, una recusación y un planteo de nulidad realizado por la defensa (y rechazado por los jueces) y la declaración indagatoria prestada por el acusado.
Un testigo considerado clave, Walter Adrián Wusinowski, a quien Gangas le habría confesado el crimen, prestó al día siguiente una declaración endeble en la que no pudo sostener sus dichos anteriores y en la que estuvo a punto de ser detenido por falso testimonio. De hecho la defensa así lo solicitó.
Tampoco resultó de gran ayuda para la acusación fiscal, el testimonio de un puestero, al que el cuidador de una chacra de la familia Gangas, en la Ruta J, le habría dicho que vio cuando el sospechoso desmantelaba un vehículo pocas horas después del crimen.
El cuidador de apellido Alvarado Ruiz falleció y cuando en el juicio leyeron su declaración testimonial ante la instrucción, no coincide con los dichos que le contó al puestero.
A su vez, una de las declaraciones más esperadas se produjo el miércoles 13, cuando se presentó el titular del Laboratorio de Genética del Colegio de Farmacéuticos de la República Argentina, Gustavo Penacino.
El experto respondió preguntas sobre el examen de ADN que halló coincidencias superiores al 99,99% entre el imputado y vestigios encontrados dentro de la malla de un reloj que apareció cerca del lugar donde hallaron el cadáver de Almada.
La jueza de instrucción María Cristina Barrionuevo, la Cámara de Apelaciones y el fiscal Curtale, consideraron a esa pericia como un elemento de peso para sostener que Gangas, quien conocía a la víctima por haber contratado sus servicios, estuvo vinculado con el crimen.
Sin embargo, la defensa ha logrado demostrar que ese reloj fue manipulado sin guantes (por policías y un relojero) antes de la extracción de ADN, y también cuestionó el procedimiento llevado a cabo en el propio laboratorio donde se realizó la prueba.
Por otra parte, deslizó la posibilidad de que el ADN de Gangas haya llegado al reloj durante su propia declaración indagatoria, cuando el objeto le fue exhibido.
Justamente basados en esa duda, los integrantes titulares del Tribunal Oral (Alejandro Pagano Zavalía, Maximiliano García Arpón y Jorge Magraner) habían anulado la pericia y el procesamiento contra el acusado, en una polémica decisión que luego revirtió el Superior Tribunal de Justicia, apartando a los magistrados y disponiendo que se nombraran subrogantes para la realización del juicio.
En el punto específico de la pericia de ADN, la Fiscalía insiste en que con o sin irregularidades, los vestigios encontrados son de Gangas y están en un reloj que le pertenecía (se basa para afirmarlo en una foto tomada de Facebook donde se lo ve portando un objeto similar) y que apareció a 158 metros del lugar donde arrojaron el cadáver, sobre la costa del Canal Beagle a la altura de la ex planta de CM.
En cambio la defensa desliza la hipótesis de que el ADN puede haber sido “plantado” o llegado hasta la malla del reloj por razones ajenas al crimen.
Los jueces tendrán que armar el rompecabezas de lo sucedido luego de escuchar a los últimos testigos y el alegato de las partes, que podría llevarse a cabo esta misma semana, como paso previo a las últimas palabras del imputado y el dictado del veredicto.

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