E
l anuncio de la firma del decreto que permitirá desclasificar los documentos de las Fuerzas Armadas sobre la guerra de Malvinas, y la creación de un archivo oral que resguarde “testimonios y memorias” de combatientes, familiares y periodistas, fueron los puntos más altos del discurso que dio la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Ushuaia el pasado 2 de abril, al cumplirse 33 años del inicio de la Gesta de Malvinas.
Flanqueada por el canciller Héctor Timerman, la gobernadora Fabiana Ríos, el vicegobernador Roberto Crocianelli, los senadores Rosana Bertone y Julio Catalán Magni, y el concejal y candidato a intendente Walter Vuoto, Cristina destacó a su gobierno -y al del ex presidente Néstor Kirchner- como el que “sacó a los combatientes de las sombras”, cuestionó el incremento del gasto militar británico en las islas, y aseveró que “no nos vamos a dejar arrastrar por ninguna provocación” porque “tenemos política de convivencia y de diálogo”.
También anunció que el Gobierno argentino gestionará ante su par británico la realización de los estudios correspondientes para poder identificar los restos de soldados sepultados como NN en el cementerio de Darwin.
Esto lo hizo tras el homenaje realizado en la Plaza Malvinas a los ex combatientes y a los caídos, luego del acto desarrollado en el gimnasio del colegio Polivalente de Artes.
Tras recordar que concluyó la toma de muestras de ADN de los familiares de los caídos y que el próximo paso será el pedido a Gran Bretaña, remarcó que “es muy importante para todos, para la familia y para nosotros también, porque no sabemos quiénes fueron los que murieron por nosotros”.
En cuanto a los archivos secretos sobre la guerra de Malvinas en poder de las Fuerzas Armadas, la Presidenta sostuvo que el 1 de abril firmó el decreto 503 y como consecuencia “vamos a desclasificar toda la información que obra y que hay sobre islas Malvinas”.
El decreto ordena que “relévese de la clasificación de seguridad establecida por la ley 25520” (y normativas relacionadas) a toda aquélla documentación “de carácter no público vinculada al desarrollo del conflicto bélico del Atlántico Sur, obrante en los archivos de las Fuerzas Armadas”.
“En aquéllos documentos donde se encuentre información de carácter sensible de acuerdo a la ley 25326 dispóngase su acceso previa acreditación del interés legítimo, y bajo acuerdo expreso de responsabilidad por la utilización de la información”, amplía.
Asimismo, determina que en el plazo de 30 días hábiles el Ministerio de Defensa deberá “disponer a la consulta pública los registros de la totalidad de los documentos obrantes en los archivos de las FFAA y su modalidad de consulta”.
En relación a la creación del Archivo Oral de las Memorias de Malvinas, Cristina señaló que es “un proyecto que ya está en marcha” y que en los próximos días firmará el decreto correspondiente para su puesta en marcha.
“Voy a firmar el decreto disponiendo la creación formal de este archivo que funcionará en el Museo Nacional de Malvinas”, expresó, y dijo que “consiste básicamente en los testimonios y las memorias de los que estuvieron (en las islas), de los que participaron porque eran hijos y familiares, de periodistas, de camarógrafos y de fotógrafos, de todo aquél que de alguna manera tuvo que ver con ese pedazo de historia”, pero “de la historia completa, con los horrores y con los héroes, con los cobardes y con los mártires”.
En esa línea, planteó que “enviar a un chico de 18 años a la guerra sin ningún tipo de entrenamiento ni preparación a un territorio inhóspito, sin darle comida ni alojamiento, es una forma de martirologio”.
También sostuvo que “tal vez sea una de las pocas gobernantes, junto a mi compañero, que pueda mirar de frente a los ex combatientes y veteranos de Malvinas, porque fuimos nosotros los que reconocimos sus derechos y quienes volvimos a instalar Malvinas no solamente como una cuestión nacional, si no como una cuestión internacional de lucha contra el colonialismo”. Y agregó que “Somos el gobierno que sacó de las sombras a los combatientes”.
En cuanto a la decisión británica de incrementar el gasto militar en Malvinas a partir de una hipótesis de conflicto con la Argentina Fernández de Kirchner afirmó que “no nos vamos a dejar arrastrar por ninguna provocación porque tenemos chapa, tenemos historias y tenemos política de convivencia y de diálogo; vamos a seguir reclamando en todos los foros internacionales, pero no solo por nosotros si no porque hoy solo quedan 17 pequeños enclaves coloniales en todo el mundo, de los cuales 10 son ingleses”.
En ese marco, habló de una “nacionalidad madura” que “busca en el derecho internacional y en el diálogo, y no en la militarización, el camino del reencuentro y el camino de la soberanía”.
El antecedente del Informe Rattenbach
La desclasificación de los archivos de las Fuerzas Armadas sobre el conflicto en Malvinas tiene el antecedente la del denominado “Informe Rattenbach”, que evaluó el desempeño de los mandos militares durante el conflicto y aconsejó el fusilamiento de los responsables de la conducción de la guerra.
En 2012 la Presidenta dispuso, mediante el decreto N° 200, la desclasificación de lo actuado por la “Comisión de Análisis y Evaluación de Responsabilidades del Conflicto del Atlántico Sur”, que encabezaba el teniente general retirado Benjamín Rattenbach.
Concretamente, el 25 de enero de ese año Cristina anunció la creación de una “comisión que proceda a la apertura y conocimiento público del Informe Rattenbach” y el 7 de febrero firmó el decreto.
El trabajo de relevamiento identificó una cantidad importante de documentación elaborada con posterioridad a la fecha de finalización del informe en diciembre de 1983.
Al respecto, el secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Daniel Filmus, recordó que el Informe Rattenbach “permitió conocer no sólo los errores militares que se produjeron si no también los excesos y las violaciones a los derechos humanos que sufrieron nuestros soldados”.
Un ejemplo son los documentos de la Comisión Especial Malvinas (CEM) del Ejército, que funcionó desde 1987 hasta 1995, donde se da cuenta de las violaciones a los derechos humanos cometidos durante el conflicto y sufridas por los ex combatientes.
La agencia de noticias Telam señaló que a esa información “se le sumaron datos de los archivos desclasificados del Reino Unido referidos a cómo se gestó la guerra; fueron unos 3.500 documentos entre los que se incluyeron testimonios de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, documentos de su oficina privada en Downing Street, del "gabinete de guerra", comunicaciones del Foreign Office, del Ministerio de Defensa, del Almirantazgo y todo el material que resultó en el Reporte Frank (Frank s Report), el equivalente británico del Informe Rattenbach que se elaboró en la Argentina”. |