Informe de investigador del CADIC

Los efectos de los fuegos artificiales sobre la avifauna

17/06/2015
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asado en un breve informe realizado por el doctor Schiavini a raíz de diversas consultas recibidas en el Centro Austral de Investigaciones Científicas acerca del impacto de los fuegos artificiales en animales, se presentan algunas de las razones que sostienen por qué estas prácticas deberían someterse a consideración.
“La respuesta resumida es que los fuegos artificiales afectan negativamente a las aves, generando el abandono temporario o permanente del lugar, con el agravante de que, si los espectáculos se producen durante la temporada reproductiva, se corre un alto riesgo de producir el aborto de la temporada reproductiva de las aves, lo que establece una clara contradicción con los objetivos de la Reserva”, afirma Schiavini en su informe.
Los impactos de los ruidos del tipo de explosiones han sido descriptos extensamente en la literatura para perros y gatos en ocasiones de tormentas eléctricas (truenos) y fuegos artificiales. Estos ruidos producen situaciones de stress y respuestas similares se pueden dar en la fauna silvestre.
Continúa el biólogo diciendo que “en el caso de las aves, la reacción inmediata asociada es alejarse volando del foco del disturbio” y agrega que “el período de reproducción de las aves es un momento sensible de su ciclo vital. Esta etapa completa incluye la formación de los lazos de la pareja, la construcción del nido, la puesta e incubación de los nidos y el desarrollo de los pichones hasta su emancipación como animales que comienzan a desarrollar su vida independiente. Los períodos de formación de pareja y de nido son especialmente sensibles, porque cualquier disturbio fuerte que ocurra en esos momentos, como los fuegos artificiales, provocarán como resultado más probable el aborto del evento reproductivo para las parejas involucradas: ese año no producirán pichones.”
Es de particular interés destacar que durante septiembre y octubre, las aves que habitan Tierra del Fuego se hallan en las etapas iniciales del período reproductivo.
De producirse el disturbio en este período, el abandono del nido puede provocar que los huevos mueran por el frío o queden expuestos al consumo de predadores o carroñeros, amén del eventual pisoteo por otros animales como perros o caballos que huyeran asustados también por el ruido. A lo largo de los años esto se traduce en la reducción de número de pichones y el consecuente descenso en la cantidad de animales que habitan el área.
El informe también hace referencia al método utilizado en aeropuertos de distintos lugares del mundo como herramienta para reducir los riesgos de colisión de aves con aviones. El método contempla “tres tiros”, suficientes para espantar aves y otra fauna alejándola de los sectores de seguridad como pista y calles de rodaje. “Si ese efecto se logra con solo “tres tiros”, es fácil deducir el impacto que generará un espectáculo de fuegos artificiales con cientos de detonaciones y varios minutos de duración” prosigue el experto.
Señala además que, de acuerdo con los objetivos de creación de la Reserva Natural Urbana Bahía Encerrada, existe una clara contradicción entre esta figura y los shows de fuegos artificiales desarrollados en su perímetro.
Schiavini concluye afirmando que “la realización de espectáculos de fuegos artificiales impacta negativamente en la avifauna de la Bahía Encerrada y sus alrededores”, comprometiendo su recuperación a condiciones similares a las existentes previamente a los disturbios y que además “estos espectáculos atentan contra los objetivos de manejo de la Reserva Urbana Bahía Encerrada”.