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a comunidad salesiana se encuentra conmemorando el bicentenario del nacimiento de quien es su máximo referente, Juanito Bosco, popularmente conocido como Don Bosco, quien a lo largo de su vida, incluso antes de ser sacerdote, se dedicó a atender y contener las necesidades de los jóvenes carenciados de Turín.
Fundador de la orden de los salesianos, su trabajo orientado a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad de su época traspasó las fronteras de su Italia natal, cobró especial trascendencia en América latina, y hoy tiene presencia en más de 100 países. Fue declarado santo por Pío XI en 1934, a 46 años de su muerte.
Este domingo la comunidad salesiana de la capital fueguina celebró el “cumpleaños” de Don Bosco, como definió el padre Osvaldo Braccia, director de la obra salesiana en Ushuaia.
En diálogo con EDFM contó que “celebramos el bicentenario del nacimiento del fundador de nuestra congregación y de toda la obra salesiana en la Argentina”, y en Ushuaia “decidimos manifestar en cierta manera un agradecimiento al carisma, a la espiritualidad y a aquéllos dones que le regaló Don Bosco a la iglesia”.
Esto incluyó la inauguración de un mural en la esquina de Rosas y San Martín, “y que para su realización colaboró toda la comunidad educativa”, amplió, y explicó que “el significado de esto es que a Don Bosco lo construimos entre todos, poniendo gestos y palabras que son propios del carisma de Don Bosco y del carisma salesiano”.
Además, “nos acompañó el obispo de Río Gallegos, Miguel Ángel D ’Annibale, y toda la comunidad educativa y parroquial” ya que “queríamos hacer un festejo familiar”.
Braccia detalló que los festejos “se extienden a todo el país y el primer fin de semana de septiembre habrá actividades en la Ciudad de Buenos Aires con la participación de una delegación de 62 jóvenes de Ushuaia”.
Las mismas “estarán encabezadas por el rector mayor de la congregación, padre Ángel Fernández, que es nuestro Don Bosco hoy a nivel mundial” mencionó, y agregó que “serán unas jornadas de enriquecimiento por el contacto con toda la obra salesiana nacional”.
Además, “en estos momentos se está realizando un encuentro a nivel mundial en Italia, con la presencia de dos jóvenes y una docente de nuestra casa”.
Realidades y desafíos
Braccia destacó la visión “avanzada” de Don Bosco, al punto que el eje rector de su pensamiento y de su obra sigue vigente ante las complejidades y desafíos de estos tiempos.
Al respecto, manifestó que “muchas cosas que pasan con los jóvenes en la ciudad las vemos reflejadas en el ambiente de la comunidad educativa”, y en función de ello “detrás de ser docente salesiano hay toda una mirada de lo que Don Bosco concibió como proyecto educativo”.
Ello implica “confiar en los jóvenes, en que en ellos hay un potencial y que a ese potencial hay que acompañarlo. Sabemos que podemos pensar junto a los jóvenes y para ello es muy importante crear un vínculo afectivo”.
A ello sumó que “como institución católica estamos atravesados por este proyecto de fe”, aunque “esa fe no es impuesta ya que en la escuela recibimos muchos chicos de otras confesiones religiosas, y hay otros que se dicen ateos; pero nuestra propuesta educativa trata de abarcar todo ese mundo porque creemos que todos los jóvenes que entran a nuestra casa tienen potencialidades y valores que ayudamos a acompañar”.
En esa línea, el sacerdote evaluó que “la tarea más difícil del educador salesiano en este momento es descubrir por dónde acompañar a los jóvenes, una de las complejidades que vemos y que charlamos en los grupos juveniles en la escuela es cómo acompañamos hoy esta realidad”.
Remarcó que en el mural “dejamos un mensaje que es una frase que construimos en comunidad y que dice ‘jóvenes, anímense a ser protagonistas’”, y ese protagonismo pasa por “valores importantísimos como el de la amistad, el de la solidaridad” e incluso el de la militancia política ya que “han encontrado en esos espacios un lugar para hacer el bien y esa actitud hacia al sufrimiento del otro no se pierde nunca, son valores que tenemos que potenciar”.
Braccia recordó que “el otro día alguien me dijo cómo nosotros le damos sentido a la vida del joven”, y ante ese desafío “más que pensar eso debemos pensar cómo acompañamos al joven para que él pueda descubrir el sentido de su vida” y eso se logra “con los valores que proponemos, con los que traen de su familia y los que van adquiriendo a lo largo de su vida”.
Braccia enfatizó que “nuestro sistema educativo tiene una mirada positiva, que es que el pibe encierra en su corazón muchas cosas que van a ir saliendo y manifestando a medida que vaya creciendo, y para eso también estamos los adultos, tanto la familia como los educadores y los que los acompañamos en este proceso”. Y aseveró que “tiene que haber empatía con los jóvenes”.
También destacó que Don Bosco “pensó en un sistema educativo preventivo, que llegue antes, y ese pensamiento es muy actual; nos encantaría llegar antes a muchas situaciones que viven los jóvenes y que los destruyen y deshumanizan”.
Admitió que “a veces está la idea de que la institución privada tiene otras contenciones y eso puede ser”, pero aún así “tenemos los mismos problemas que toda la sociedad ya que los jóvenes son emergentes de situaciones familiares y de situaciones muy complejas”. Y a estas realidades se las puede enfrentar “con un proyecto a largo plazo y de cuidado del adolescente y del joven” que es producto de la “mirada avanzada de Don Bosco para su tiempo”.
“El escenario que vivió Don Bosco es de una realidad histórica post revolución industrial, con chicos huérfanos, con jóvenes sin trabajo y con la presencia de aquéllos que se aprovechaban de esta situación. Él eligió acompañar a los obreros, a los albañiles, a los deshollinadores, darles un espacio en el que se sintieran queridos y en familia, que es algo propio de la espiritualidad salesiana”.
Por último, Braccia consideró que “el gran desafío para la comunidad salesiana es cómo ser Don Bosco hoy”, y en ese sentido “cada uno de los que adhiere al proyecto salesiano tiene algo que aportar, y entre todos podemos poner un granito de arena para poder construir una sociedad mejor”.