Jura de parlamentrarios

La nueva Legislatura ya está en marcha

17/12/2015
E
n una ceremonia que podría calificarse como sobria prestaron juramento ayer los 15 legisladores que habían resultado electos en los comicios del pasado 21 de junio.
La sesión extraordinaria, presidida inicialmente por el radical Pablo Blanco por ser el parlamentario de mayor edad, transcurrió en un marco de tranquilidad y cordial trato entre los integrantes de las bancadas del oficialismo y oposición, lo que parece marcar que los cruces y acusaciones públicas entre algunos referentes de uno y otro sector habrían quedado superadas o dejadas de lado en pos de lograr una convivencia política que este más signada por la búsqueda de consensos que de enfrentamientos.
Tal vez la demostración más clara por alcanzar ese objetivo fue el tratamiento, en sesión extraordinaria, del proyecto de ley de ministerios, ya que el abordaje del tema y las modificaciones incorporadas a la iniciativa original no generaron mayores tensiones entre oficialismo y oposición. Es más, las dudas que algunos de los artículos suscitaron en legisladores, tanto de la bancada oficialista como de las de oposición dio lugar a un intercambio de opinión entre la gobernadora Bertone y aquellos parlamentarios reelectos, que habían sido no hace mucho tiempo calificados como legisladores residuales y carentes de legitimidad.
Como no podía ser otra manera, la sesión preparatoria  comenzó con el habitual retraso al que nos tiene acostumbrado el Parlamento. Pero la experiencia de los reelectos y la mesurada conducta de los debutantes permitieron que el encuentro se desarrollara sin mayores demoras.
En su carácter de presidente provisorio, Pablo Blanco dirigió un breve mensaje a sus pares, en el que los instó a dejar de lado las diferencias para en su lugar trabajar en el camino del diálogo y el consenso en beneficio de la ciudadanía.
La toma de juramento tampoco deparó sorpresa alguna, ya que los 15 se ajustaron a la fórmula de jura tradicional. Es decir, el “Sí, juro”.
Tal lo adelantado por EDFM, el reparto de autoridades de Cámara ya había sido previamente acordado en función de la representación parlamentaria que los votos asignaron a cada uno de los tres partidos políticos que obtuvieron bancas. Así, la legisladora del Frente para la Victoria, Myriam Martínez, y el mopofista Pablo Villegas resultaron elegidos por unanimidad  como Vicepresidente 1° y Vicepresidente 2°. Otro tanto ocurrió con los nombramientos de Elio Müller (FPV) como Secretario Administrativo y Andrea Rodríguez (UCR) como Secretaria Legislativa y de los prosecretarios administrativos (FPV) y legislativos (MPF).
Esta cuestión estaba tan consensuada que incluso hubo una sola moción para todos estos nombramientos, que fue formulada por legisladora del FPV Andrea Freites.
Tampoco se registraron disidencias al momento de proponer a los legislador Federico Bilota (FPV) y Mónica Urquiza (MPF) como representantes del parlamento ante el Consejo de la Magistratura, ni al de definir la cantidad de legisladores de cada bloque que correspondía integraran las comisiones permanentes de asesoramiento. Tal lo manifestado por Federico Bilota, aquellas comisiones conformadas por 9 miembros, el FPV contará con 5 representantes; el MPF con 2 y la UCR con 2. En tanto que las de 7 miembros se integrarán con 4 del FPV, 2 del MPF y 1 de la UCR.
Resueltas estas cuestiones que hacen al funcionamiento interno del cuerpo se dio por finalizada la sesión preparatoria, para de inmediato dar comienzo a la sesión extraordinaria que había sido convocada para tratar el proyecto de ley de ministerios.
Antes de que los legisladores fueran llamados a bancas se pudo ver al radical Pablo Blanco plantear a la, por entonces todavía, gobernadora electa y el vicegobernador electo, las dudas que genera la redacción de algunos de los artículos del proyecto en cuestión. Rápidamente se fueron sumando a la charla otros legisladores del oficialismo y la oposición, e incluso al legislador (MC) Manuel Raimbault en su carácter de asesor o colaborador de Rosana Bertone.
Producto de ese intercambio de opiniones se acordó incorporar una modificación al artículo 20 del proyecto, para dejar expresamente asentado que las facultades conferidas al Ministerio de Trabajo en materia de Seguridad Social no implicaban menoscabo o cercenamiento alguno a las facultades que por ley le fueran conferidas al Directorio del Instituto Provincial Autárquico Unificado de la Seguridad Social.
Además, para evitar potenciales interpretaciones erróneas sobre sus alcances se resolvió eliminar el artículo 30, que derogaba toda norma que se contrapusiera a la ley de Ministerios. En tanto, respecto del artículo 9 –que modifica el encuadre escalafonario de los Presidentes y Vicepresidentes de entes autárquicos y descentralizados- se acordó aprobarlo tal cual su redacción original, pero con el compromiso de que será derogado cuando la modificación remunerativa de esos cargos sea fijada en la futura ley de Presupuesto.
Por otra parte, y para corregir el desaguisado hecho por el vicegobernador Crocianelli al haber prorrogado el período de ordinarias y casi de manera simultánea haber convocado a sesión extraodinaria, los Legisladores resolvieron prorrogar el período de sesiones ordinarias hasta la misma fecha dispuesta por el ya vicegoberandor mandato cumplido, claro que olvidaron extender el plazo para que las comisiones puedan dictaminar.

Apostillas

*Casi como Matusalén: Pablo Gómez, empelado de planta que oficio como Secretario Administrativo durante parte de la sesión preparatoria fue el encargado de leer el acta de la junta electoral que proclamó a los legisladores electos. Cuando daba cumplimiento a ese trámite le asignó, por un error de lectura, a la legisladora Myriam Marínez un DNI iniciado en 4 millones. La espontánea y sonora carcajada de los parlamentarios lo alertó sobre el error cometido.

*Sillón deseado: Al momento de ocupar transitoriamente la presidencia de la Cámara para tomar juramento a sus pares, el radical Pablo Blanco se permitió una humorada: “Ojalá alguna vez (ocupar la presidencia) fuera por los votos y no por la edad”.

*“Hablá má fuete que no te ecucho”: Si bien el sistema de audio brindaba un sonido de calidad a quienes ocupaban el espacio destinado al público, parece que no ello no se replicaba dentro del improvisado recinto de sesiones. En diversas oportunidades se la vio a la vicepresidenta 1ª, Myriam Martínez, solicitarles al resto de los legisladores que hablaran más fuerte; apoyar la palma de la mano junto al pabellón de su oreja derecha para tratar de descifrar lo que se decía, o directamente gesticular para manifestar su disconformidad contra la sordera tecnológica que la perjudicaba.

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