Asesino confeso
Ushuaia - Brutal crimen en el barrio Andino

Asesino confeso

07/01/2016
P
ese a que el lunes pasado tras ser detenido Guillermo Daniel Díaz Guerra se negó a declarar, a últimas horas del miércoles fue trasladado al juzgado donde cambió de opinión y terminó confesando ante la jueza María Cristina Barrionuevo, que efectivamente el domingo asesinó a su tía, Julia Mónica Guerra de 53 años.
Díaz Guerra había sido trasladado al juzgado para ser notificado del rechazo de su excarcelación. En ese ámbito dijo que quería decir algunas cosas sobre la causa. Inmediatamente, con la presencia de su abogado defensor, el doctor Juan Carlos Núñez, confesó el crimen.
Ante la jueza Barrionuevo dijo que el domingo se presentó en la casa de su tía alrededor de las 8 de la mañana. Que ni bien le abrió la puerta, ingresó y la ahorcó con sus manos. Que luego la llevó al baño donde comenzó a seccionar su cuerpo.
Además se ocupó de aclarar, que su madre, Graciela Mabel Guerra, no tuvo absolutamente nada que ver con el asesinato. Esta aclaración la realizó toda vez que el fiscal Fernando Ballester Bidau imputó a su progenitora como presunta partícipe en el crimen.
Cabe señalar que pese a las afirmaciones del acusado, aún resta el resultado final de la autopsia que terminará efectivamente corroborando si  Julia Mónica Guerra murió por asfixia o si fue asesinada a puñaladas. Además el informe será un significativo aporte para comprobar la mecánica de los acontecimientos.
A diferencia de las declaraciones que realizan testigos en declaraciones testimoniales, vale decir que los imputados de causas penales no está obligados en su declaración indagatorias a decir la verdad de los sucesos.
Además y más allá de cómo fue la mecánica del asesinato y de cuáles fueron las lesiones que causaron la muerte de la víctima, el hecho está esclarecido en cuanto a la autoría. No así la calificación legal, que en principio era de homicidio simple, pero que tras conocerse los resultados de la autopsia, en caso de comprobarse que la víctima no murió por asfixia sino por apuñaladas reiteradas y heridas de arma blanca, el hecho podría encuadrarse en homicidio agravado por ensañamiento y alevosía. 
La diferencia e sustancial en la escala penal, toda vez que el homicidio simple prevé penas de 8 años a 25 y el homicidio agravado prisión perpetua.
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