E
l profesor de música de Río Grande acusado de abusar de 24 chicos en los jardines de infantes Nº 3 y Nº 21 fue indagado por la Justicia y se proclamó “inocente”, al tiempo que su abogado defensor anunció que accionará legalmente contra el grupo de padres que lo agredió en su domicilio cuando se revelaron las denuncias, en agosto del año pasado.
Marcelino Monchietti declaró el viernes 5 durante “cuatro horas” ante el juez penal riograndense Andrés Leonelli, quien lleva adelante la investigación donde se tomaron decenas de declaraciones testimoniales y se realizaron otro tanto de pericias psicológicas.
El docente que continúa en libertad a la espera de que se resuelva su situación procesal, está acusado del presunto delito de “abuso sexual agravado y reiterado”.
Sin embargo, la defensa ejercida por el abogado Alejandro De la Riva, aseguró que “sólo en algunos casos” se realizaron imputaciones concretas, como haberle tomado fotografías a los niños, y dijo que esas imágenes “nunca aparecieron y no figuran en el expediente”.
El letrado explicó que Monchietti se desempeñaba como maestro auxiliar en los jardines, por lo que daba clases de treinta minutos de duración y con la presencia de otros docentes.
“En ese contexto es materialmente imposible llevar a cabo 24 abusos sexuales como se le imputan”, aseguró el abogado en declaraciones a FM Master´s.
También detalló que el profesor no solo dio su versión de los hechos sino que contestó preguntas del juez y del fiscal que interviene en la causa, Guillermo Garone.
Incluso mencionó que el juez aún debe incorporar el resultado de más pericias psicológicas, y que los estudios de pruebas médicas ginecológicas a los niños “dieron todos negativo” sobre la posibilidad de abusos.
Según De la Riva, el origen de las acusaciones contra su defendido fue una cadena de mensajes de Whatsapp entre los padres de los chicos, cuyo origen también “debe ser investigado”.
“Estamos tratando de ver quién originó este rumor y luego llevar adelante las acciones que debamos llevar. Queremos encontrar la razón de ser de este disparate”, aseguró.
El abogado sostuvo que una vez resuelta la situación procesal de Monchietti, profundizará las acciones contra los padres que lo agredieron en su domicilio, hecho que la justicia ya investiga por separado.
Es que de acuerdo a la defensa, el docente aún debe ser intervenido de una fractura de nariz que sufrió durante aquel ataque, a lo que se suma “el daño a todos los bienes que fueron destruidos dentro de su casa”.
Por otra parte, en declaraciones formuladas al portal ActualidadTDF, De la Riva reveló que la defensa hizo hincapié en el repertorio musical que utilizaba el docente durante sus clases con los chicos, ya que ello podría constituir una prueba de descargo.
“Lo que hemos puesto en conocimiento de las psicólogas que llevaron adelante el interrogatorio (a los menores) es el tema del repertorio musical del profesor. Eran canciones que tienen que ver con hechos cotidianos: cómo limpiarse la nariz, como hacer pis o caca, o cosas de ese estilo. A algunos niños o padres les parecía que la temática es inadecuada, pero el autor es conocido públicamente e incluso fue invitado a la ciudad por el Municipio como músico para niños”, contó De la Riva.
Al respecto, agregó que “esta situación es la única que pudo haber molestado a los padres”, aunque aclaró que “es un repertorio aceptado por el Ministerio de Educación” y que no debería ser considerado un elemento en contra de su cliente.
Además del ataque en casa del profesor, los padres de las supuestas víctimas enfrentan una segunda causa por supuestas amenazas al juez de la causa.
El propio Leonelli denunció a fines de 2015 que varios padres se presentaron en su oficina para interiorizarse de los avances registrados en la investigación, y que luego de recibir las explicaciones, uno de ellos comenzó a increparlo.
“Si dejás en libertad a Monchetti, te voy a tener que matar”, y “si resolvés su inocencia te voy a hacer recagar y atenete a las consecuencias. Si no escuchás lo que dijo mi hija atenete a las consecuencias”, fueron las palabras que, según el juez, le profirió uno de los padres.
