El ACA se hace cargo de Albatros, Yaganes, Petrel y Kaikén
El 18 de noviembre de 1971

El ACA se hace cargo de Albatros, Yaganes, Petrel y Kaikén

18/11/2016
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ste día, el Gobierno del Territorio Nacional de Tierra del Fuego entrega en concesión al Automóvil Club Argentino (A.C.A.), los hoteles Albatros y Los Yaganes ubicados en las ciudades de Ushuaia y Río Grande, respectivamente, y las hosterías Petrel, ubicada en la zona del lago Escondido,  y Kaiken establecida en inmediaciones del lago Fagnano. 
El plazo del contrato por estas concesiones fue establecido en diez años. Luego se reiteró esta modalidad contractual con el A.C.A.

Esas instalaciones hoteleras fueron realizaciones de la gestión del gobernador Ernesto Campos, quien tuvo una especial inquietud por fomentar el turismo fueguino. “Se llamó a licitación y comenzaron a construirse el hotel Albatros en Ushuaia y las hosterías Alakush en Lapataia, Petrel en el lago Escondido y Kaikén a orillas del lago Fagnano” (Mercedes Gamboa de Campos. Un pionero de la Tierra del Fuego).

Luego, se extendió la capacidad hotelera con la construcción del hotel Los Yaganes y las hosterías en el cabo San Pablo, en el lago Yehuin y en el paso San Sebastián. En una etapa posterior a estas iniciativas estatales, comenzó a desarrollarse la inversión privada en esa estratégica actividad receptiva de turistas.

La esposa de Campos recordó cómo se desenvolvía la actividad en la época previa a esas realizaciones: “Los hoteles fueron para él un tema muy especial. Estaba convencido y no se equivocaba, de que no había turismo, precisamente, por la falta de establecimientos que albergaran con las mejores comodidades a aquellos que quisieran conocer “la Ciudad más Austral del Mundo”. Existía un hotel muy simpático cuyo dueño era Nicolás Pavlov, que familiarmente era conocido como el de “Las tres mentiras”. Se llamaba Gran Parque Hotel, pero le decían así pues no era ni grande ni parque ni hotel. En una reunión, con motivo de la visita del presidente Frondizi, le escuché comentar que, en realidad, las “mentiras” eran cuatro, pues él tampoco era “hotelero”” (op. cit.).

Con el trascurso de los años, esas inversiones realizadas por el estado fueguino se fueron deteriorando. Algunas de ellas fueron licitadas, sin que los concesionarios realicen los imprescindibles mantenimientos. Otras quedaron abandonadas y a merced de la acción depredadora de delincuentes, que las dejaron en ruinas.

Autor : Bernardo Veksler
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