ste día, un incendio a bordo deriva en el naufragio del buque pesquero “Mar del Sur III”, cerca de las islas Georgias del Sur.
Una vez conocido el siniestro, acudieron en su auxilio algunos barcos. “Comenzamos a navegar en su dirección. Después de casi veinte horas el panorama era tétrico. El buque ardía con mucha fuerza y las balsas estaban en el agua. Otro buque también llegaba a prestar ayuda. Organicé mi tripulación y comenzó la operación rescate de personas en las balsas. Para ser rápidos y eficientes se prepararon cabos, escalas, camillas, mantas, etc. Me acerqué rápidamente a dos balsas que estaban amarradas entre sí. Tomaron la amarra de una de las balsas y se comenzó a subir a los náufragos. Estaban casi congelados. Al principio no reaccionaban. Se les dijo que se amarraran con un arnés, especialmente preparado, y comenzaron a subirlos de uno en uno. Así logramos embarcar los que había en esas dos balsas y posteriormente nos dirigimos a otra”, así relató el episodio el comandante de un barco chileno que acudió a rescatar a los sobrevivientes (Miguel Solar Valdebenito. Diario de un capitán de los mares del sur).
Continúa la narración: “Salvamos a toda la gente que había en las tres balsas. Eran veintisiete personas, entre las que estaba el capitán, un hombre joven. Muy preocupado subió al puente. Quería saber cuántos náufragos tenía el otro barco, porque en total había cuarenta personas. En un ambiente de mucho nerviosismo se comprobó que no había ningún desaparecido (…) El barco era argentino. Se verificó el estado de salud de los náufragos. Todos estaban bien. Sólo un tripulante tenía un golpe. El resto estaba con principio de enfriamiento, pero bien”.
La tripulación del navío chileno facilitó que los rescatados pudieran comunicarse con sus familiares. Durante cinco días fueron alojados a bordo, hasta llegar al Beagle y ser trasladados a un barco de la Armada Argentina.
El barco siniestrado había sido botado, en 1969, con el nombre de “Kaiho Maru 21”, en un astillero de Shimizu, Japón. Tenía casco de acero y sus dimensiones eran 54,30 metros de eslora y 8,40 de manga. Tenía un registro neto de 161 y grueso de 357 toneladas.
Diez años después de su botadura fue vendido a la chilena Pesquera Mar del Sur y rebautizado “Mar del Sur III”. En 1995 fue incorporado a la empresa Mar del Sur Austral, manteniendo el nombre pero con pabellón argentino.
