n una carta, fechada este día, lord John Russell envía a Richard Clement Moody instrucciones bastante confusas sobre como desempeñarse en su cargo de teniente gobernador de las islas Malvinas. Moody había asumido poco antes y prolongó su mandato hasta 1848.
Russell definió el rol del asentamiento como un “servicio esencial para nuestras naves en los viajes desde nuestras posesiones más distantes. Puede ser una simple guardia que ocupe un puesto en la vecindad del mejor puerto, es cuanto puede ser efectuado con provecho (…) Es el objetivo del gobierno de Su Majestad dar una incrementada protección y seguridad al comercio británico y no lanzarse a un gran gasto en el mero territorio incluido en las islas Malvinas. Sus despachos serán enmarcados para dar información que pueda guiar a Su Majestad a su decisión definitiva” (Arnoldo Canclini. Malvinas 1833. Antes y después de la agresión inglesa).
En otro párrafo, describe las contradicciones que tendrá que contemplar el teniente gobernador al ejercer su gestión y la necesidad de afinar una evaluación de la situación en que se va a desenvolver su relación con los isleños: “en cuanto a sus poderes. Aquí la dificultad está en que, como usted ha de dirigir un establecimiento sobre el cual el título de Su Majestad descansa meramente sobre la base de ocupación previa, la norma general es que los colonos allí tienen consigo la ley de Inglaterra, en cuanto es aplicable a su situación. Ahora bien, la ley de Inglaterra, supone una legislatura compuesta, al menos en parte, por los representantes del pueblo, así como cortes de justicia, formadas según el modelo de las instituciones representativas; por lo tanto pueden establecerse cortes de justicia, pero no tenemos suficiente información para que sea posible señalarle de qué manera eso puede llevarse a cabo. Sin la sanción del Parlamento, Su Majestad no puede, en ejercicio de sus prerrogativas, proveer sustituto alguno para una legislatura o cortes de justicia; en consecuencia, por un tiempo la colonia debe permanecer sin una legislatura o cortes de justicia. Usted informará a los habitantes de las islas Malvinas inmediatamente después de su arribo que la ley de Inglaterra está en funciones dentro de las islas; usted verificará si hay algunas personas adecuadas para confiarles funciones de jueces o magistrados” (op.cit.).
