ste día, el ingeniero José F. Speziale formula una serie de apreciaciones sobre la propuesta acordada entre los gobiernos de Argentina y Chile, referida a la delimitación de la frontera en la zona de los Hielos Continentales.
El profesional sostuvo que “se corre el riesgo de transferir a Chile algo así como la mitad del área que alimenta el sistema del río Santa Cruz, pues caen más de 5.000 mm. por año en la alta montaña sobre una estrecha faja helada y menos de 500 al pie de la ladera oriental”. A medida que se avanza hacia la estepa patagónica el promedio de precipitaciones anuales apenas alcanza a 200 milímetros. Estas advertencias fueron tomadas por el licenciado Rodolfo W. Koessler von Ilg en una publicación sobre el tema.
Otra cita de Speziale planteó que “tanto las nacientes del río Santa Cruz, como las de su principal tributario el río La Leona, se encuentran donde comienzan a caer las precipitaciones que alimentan la vertiente hídrica oriental de la cordillera, sobre toda la extensión que se vuelca en los dos grandes lagos, Viedma y Argentino, o sea en el límite argentino –chileno”.
En ese sentido, reclamó que la cuenca del río Santa Cruz sea confirmada en su totalidad “como territorio autónomo y soberano de la República Argentina, lo que equivale a afirmar que Chile no podrá nunca plantear ningún tipo de reclamo, ni compensación por la propiedad del agua que alimenta dicha cuenca”.
El Centro Argentino de Ingenieros (CAI) también se manifestó al respecto, advirtiendo sobre el “volumen de hielo que dejaría de ser de dominio argentino, debe pensarse en que por cada 100 metros de espesor de hielo (en algunos lugares supera los 1.100 metros de espesor), corresponde un volumen de 105.000 millones de metros cúbicos. Teniendo en cuenta que el derrame anual del río Santa Cruz es de 23.652 millones de metros cúbicos, se concluye que cada 100 metros de espesor de hielo compacto del área en cuestión albergarían cinco veces el derrame anual del río Santa Cruz, cuyo potencial hidroenergético es del orden de los 6.000 millones de KWh por año. Es decir que esos hielos acumulan 30.000 millones de KWh. De allí que no parecen tener sustento las manifestaciones de que son hielos inservibles”.
Se recalcó que la energía eléctrica que puede producir la cuenca “es igual al 25% de toda la energía producida en Argentina en 1995”.
