29 Agosto: Día del Árbol
Ekele 83 - Calendario Ambiental

29 Agosto: Día del Árbol

31/08/2017
E

l árbol es parte fundamental del paisaje, desde los bosques y selvas naturales hasta el arbolado urbano que es parte de nuestra ciudad. Entre sus infinitas virtudes se encuentran la conservación del medioambiente y la biodiversidad, su codiciada sombra, su majestuosa presencia como parte fundamental de la estructura y el diseño de los jardines. El árbol es el vegetal más longevo del mundo y eso lo convierte en un tesoro viviente, un testigo de diferentes generaciones y sus historias.
Los países más desarrollados del mundo instituyeron el Día del Árbol hace más de un siglo, cuando comenzaron a tomar conciencia de la importancia de los recursos forestales para el desarrollo de la humanidad y de su hábitat.
¿Sabías que hace más de 100 años que se celebra en nuestro país el Día del Árbol?
Todo empezó cuando, gracias a la insistencia y la vocación ecológica del Dr. Estanislao Zeballos, el Consejo Nacional de Educación instituyó, el 29 de agosto de 1900, la celebración del Día del Árbol.
En la Argentina de la primera época, el principal impulsor de la actividad forestal fue Domingo Faustino Sarmiento (nuestro presidente entre 1868 y 1874), tan apasionado en todas sus ideas que hasta en un discurso público se refirió a los árboles, con las siguientes palabras: “El cultivo de los árboles conviene a un país pastoril como el nuestro, no sólo porque la arboricultura se une perfectamente a la ganadería, sino que debe considerarse como su complemento indispensable. La Pampa es como nuestra República, tala rasa. Es la tela en la que ha de bordarse una nación. Es necesario escribir sobre ella... ¡Árboles! ¡Planten árboles!”

En el mundo

Suecia fue el primer país en instituir un Día del árbol, fue en 1840, mucho antes que en la Argentina, cuando en aquel país ya se había tomado conciencia plena de la importancia que tienen los recursos forestales y del cuidado que se les debe brindar.
Algunos años más tarde, los suecos que emigraron a Estados Unidos llevaron consigo esa arraigada herencia cultural, y la difundieron con tal fuerza que en 1872 también se instituyó el Día del Árbol en ese país.
La institución de este día es muy importante para que todos tomemos conciencia, desde los primeros años de vida, de la responsabilidad que nos cabe en el cuidado de los recursos forestales, sabiendo además que se trata de una tarea a largo plazo.
Por ello no tardó en difundirse esta fecha conmemorativa, y luego de Estados Unidos, los demás países del continente y del mundo comenzaron a establecer el “Día del Árbol”.
Canadá, por ejemplo, ya el 21 de agosto de 1860 había adoptado la hoja del arce (un árbol lindísimo y de buena madera para la construcción) como emblema nacional. Y tanta importancia le dieron (en un país de gran riqueza forestal) que la hoja del arce (o “maple”) pasó a ser el centro de su bandera.
Derechos de los árboles
Los árboles tienen derechos, aunque no hablen ni se muevan, comparten con nosotros el planeta y son seres vivos, que tienen ciclos biológicos como nosotros y se complementan con el hombre. ¿Se imaginan un mundo sin árboles?
Por eso tenemos que defender sus derechos, como los nuestros o los de los animales:
1. Tiene derecho a la vida, porque también nace.
2. Tiene derecho a ser protegido, y a gozar de sus necesidades: luz, agua, aire, espacio.
3. Tiene derecho a no ser dañado. Todo lo que ponga en peligro su vida es un asesinato (fogones, incendios de reservas o parques).
4. Tiene derecho a cumplir su ciclo, y la tala indiscriminada les niega ese derecho. Si la tala es necesaria, tiene derecho una plantación equivalente en el mismo lugar.
5. Tiene derecho a crecer. Destruirlo siendo pequeño y sin haberse reproducido atenta contra la especie, e indirectamente contra nosotros mismos.
Los árboles son muy importantes, de ellos depende nuestra vida por su aporte de oxígeno y la depuración del ambiente. Son los reyes del mundo vegetal, Su vida, su porte, su sombra, su follaje, sus flores, sus frutos son algunas de las bondades que ellos nos brindan.
Los árboles crecen, se desarrollan y dominan las más diversas superficies del planeta, con excepción de los polos e islas árticas y antárticas y extremos desiertos.
Lamentablemente en los últimos años se ha producido por ignorancia o mal manejo una destrucción de las áreas naturales, trayendo aparejado graves problemas de erosión, desertificación, destrucción y pérdida de la biodiversidad, tanto del resto de los vegetales como de la fauna. Estas áreas aportan la mayor riqueza de oxígeno que necesitan los seres vivos a través del proceso fitoquímico y energético que es la fotosíntesis.
Es entonces fundamental la preservación de las selvas, bosques y montes naturales del mundo a través del manejo sustentable y de las áreas protegidas.

Gentileza: http://aktuaya.org/index.php?option=com_content&view=article&id=903

 

Suecia fue el primer país del mundo en instituir un día del año como “Día del árbol”...

Esto ocurrió en 1840, cuando en dicho país se había tomado conciencia de la importancia que tienen los recursos forestales, del cuidado que se debía brindar a los árboles, y la necesidad de introducir a los niños desde temprana edad, en el conocimiento y la práctica de una tarea a largo plazo.
Años más tarde, muchos suecos emigraron a Estados Unidos y llevaron consigo esta valiosa herencia cultural, cuyo ejemplo sirvió para que Norteamérica en 1872, también instituyera su “Día del árbol”.
Y a partir de allí comenzaron a establecerlo los otros países del continente y del mundo.
El 21 de agosto de 1860 Canadá había adoptado la hoja del arce (árbol de singular belleza y buena madera para la construcción) como emblema nacional. Razón por la que la hoja del arce o maple pasó a ser el centro de la bandera y escudo que exhibe Canadá ante el mundo, usándose también, bajo la forma decorativa de broches, alfileres y botones, cada vez que se celebra el “Día del árbol” en esa nación.
En la República Argentina el principal impulsor de la actividad forestal fue Domingo Faustino Sarmiento (Presidente de la Nación de 1868 a 1874) que en un discurso subrayó: “El cultivo de los árboles, conviene a un país pastoril como el nuestro, porque no solo la arboricultura se une perfectamente a la ganadería, sino que debe considerarse un complemento indispensable” y agrega: “La Pampa es como nuestra República, tala rasa. Es la tela en la que ha de bordarse una nación. Es necesario escribir sobre ella ¡Arboles! ¡Planten árboles!”.
La prédica de Sarmiento encontró eco treinta años después, cuando el 29 de agosto de 1900, el Consejo Nacional de Educación, en base a la iniciativa del Dr. Estanislao Zeballos, instituyó dicha fecha, en celebración al “Día del Arbol”, y cuyo festejo se concretó a partir de 1901. n

Gentileza: Revista El Bosque. Asociación Amigos del Árbol, Bosques y Parques Nacionales

 

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