a primera edición del Encuentro Musher desarrollado el año pasado había dejado la esperanza de crecimiento a flor de piel. Es que los trineos tirados por perros, clásicos Alaskan Huskies, desde aquellos Sleg Dog Race no han tenido continuidad pero la nueva generación de mushers -conductores de los trineos- ha llegado al Fin del Mundo.
Por eso el fin de semana pasado con el apoyo de Mapu y Anoka como auspiciantes principales y de la mano del Equipo Tres Cuartos encabezado por Felix Durrieu y Miguel Isla Casares, el sábado a las 17:00 se largó la competencia que tenía como objeto unir Valle de Lobos con la Laguna Esmeralda aprovechando un atardecer increíble y la tibia nevada matutina.
En el domo emplazado a orillas de la laguna durmieron y recargaron energías tanto mushers como perros para el retorno, que imponía por delante 11 kilómetros más de recorrido, con hielo en las bajadas lo que le ocasionaron variados golpes a los mushers. Afortunadamente, sin lesionados.
“Lo más importante es que todos los equipos hayan llegado sin mayores problemas al final, completando con esta exigencia que tiene como espíritu encontrarnos una vez al año para compartir experiencias y planificar el futuro de la actividad. No tengo palabras para describir lo que sentimos al ver crecer un evento hecho a pulmón. El paisaje y el clima acompañaron de forma espléndida en la Laguna Esmeralda, durante la noche, y nos dejó atónitos a todos. Lo disfrutamos como nunca”, enfatizó Miguel Isla, principal organizador del evento junto a Felix Durrieu del Equipo Tres Cuartos.
En lo que respecta a la carrera, en un segundo plano ya que el principal objetivo es reunirse para intercambiar opiniones y experiencias sobre la actividad para el futuro, ganó el debutante Matías Díaz utilizando la velocidad y el sentido de la orientación como principales virtudes.
Lo escoltó nada más y nada menos que el referente de la actividad en el plano nacional: Javier Álvarez, proveniente de Caviahue: “Vinimos a darle apoyo a este deporte más allá de la distancia porque para nosotros es muy importante. Arrancamos en Caviahue en el criadero familiar que tenemos y decidimos entrar en la parte competitiva para fomentar el desarrollo de la disciplina”.
“No se pudo hacer nada con la falta de nieve, pero hizo que el circuito sea peligroso, con bajadas empinadas y peligrosas donde tuve alguna que otra caída. No fue para nada sencillo”, agregó para concluir.
Pasó el segundo encuentro, exitoso por donde se lo mire. Ya estamos esperando el que viene... (La foto de tapa es gentileza de Nicoliene La Importada)
