isitante ante Independiente de San Julián y después se mantuvo hasta aquel duelo con Camioneros en el norte de la isla (0-1) y el partido que quedará marcado a fuego con Boxing Club -segunda vuelta- donde la nieve se hizo presente y puso a Ushuaia ante los ojos del mundo con una noche inolvidable más allá de la caída (1-2).
Luego se empezó a desmoronar el conjunto comandado por Javier Eposto pero acompañado por Ezequiel Gentilo como ayudante técnico. Fue empate con Victoria como visitante, caída ante Camioneros como local resignando una oportunidad más que importante de ubicarse detrás del clasificado equipo santacruceño, luego tropiezo con Boxing en Rio Gallegos, fecha libre, triunfo en San Julián y empate con Victoria dejando escapar otra chance clave.
El fin de semana, con la presión de vencer a su rival de turno que lo venía de doblegar en sus dos compromisos previos, no pudo hacer demasiado. Entró dormido, recibió dos goles (Bustos y Romero) y después lo buscó sin ideas, errático, como una costumbre del último tiempo.
Sin dudas ha sido positiva la experiencia por donde se la mire, sumando rodaje en la cuarta categoría del fútbol nacional y la primera de un combinado ushuaiense, pero el plantel se fue desarmando por falta de compromiso de los propios jugadores y eso provocó la merma en el rendimiento.
Ahora a buscar un cierre heroico ante Boxing Club, que ya se prepara para afrontar los cruces con Huracán o la CAI de Comodoro. Será este domingo a las 14 en el Hugo Lumbreras con arbitraje del hombre de Piedrabuena: Julio Koncevich.
