ste día, se aprueba la Ley 4031 del Servicio Militar Obligatorio, tomando en consideración la escalada del conflicto con Chile por diferendos limítrofes, que hacía inminente un enfrentamiento bélico.
Para entonces, las divergencias fronterizas “tenían al menos ocho puntos conflictivos: la Puna, el Paso San Francisco, los Andes Patagónicos, los límites en Santa Cruz, el Estrecho de Magallanes, Tierra del Fuego, Canal de Beagle y Laguna del Desierto. El transcurso de los años y los distintos arbitrajes (en su mayoría resueltos por Inglaterra) fueron encontrando soluciones. Un resumen podría sintetizarse diciendo que cinco favorecieron a la Argentina y tres a Chile” (diario Clarín, 5/12/2016).
En ese momento se vivía la intensificación del conflicto y los legisladores llevaban varios meses involucrados en debates sobre la creación de un servicio militar. “La propuesta la originó el teniente general Pablo Riccheri”, que ansiaba “la transformación de las fuerzas armadas al estilo disciplinado y ordenado de Alemania”.
“La discusión en Diputados fue dura. Riccheri argumentó la necesidad de “crear un ejército fuerte, capaz de intervenir en cada afrenta contra nuestra patria que venga del exterior y en cada ocasión que las fuerzas disolventes internas pongan en peligro la estabilidad de las instituciones”. Los que estaban a favor sostenían que el servicio obligatorio proponía difundir la idea de ciudadanía y la igualdad ante la ley. Y, especialmente, alfabetizar e integrar a los hijos de los inmigrantes”.
La norma “se aprobó en Diputados el 11 de octubre de 1901 y en Senadores el 5 de diciembre de ese mismo año”. Roca la “promulgó cinco días después. Se reclutaba a jóvenes de entre 20 y 21 años de edad, que cumplían el servicio durante un período de 12 a 24 meses, según la fuerza que le tocara por sorteo” (op.cit.).
La “colimba” -palabra surgida del “corre, limpia y baila” con el que se identificaba a la conscripción-, además del servilismo al que eran sometidos los soldados, involucró a la tropa en reiteradas acciones represivas y golpistas.
En la última dictadura, más de doscientos conscriptos fueron detenidos-desaparecidos.
Con la vuelta de la democracia, la sociedad comenzó a cuestionar la modalidad. El crimen del soldado Omar Carrasco, consumado por militares en un cuartel de Zapala, puso punto final al Servicio Militar Obligatorio.