ldquo;Todo febrero le ha sido acaso propicio para correr paralelamente a las mesetas y altiplanicies patagónicas, o más propiamente a la costa cuyo litoral está formado por acantilados que suceden a las dunas con playas angostas. Arribó así a San Julián, puesto entre dos cabos y donde pudo observar la altura de las mareas. Si este nombre se debiese a Vespucio se podría suponer que entró en dicho puerto el 28 de febrero de 1502, pues esa fecha corresponde a la fiesta periódica de San Julián. Por lo demás, Giuliano era nombre muy difundido en Florencia, llevándolo uno de los Médici de entonces” (Enrique Ruiz Guiñazú. Proas de España en el Mar Magallánico).
De esta manera, el autor plantea la hipótesis de que Américo Vespucio habría sido el primer europeo en pisar tierra patagónica. San Julián era un puerto natural que fue utilizado como escala técnica y para invernar por muchos navegantes que lo sucedieron.
Dentro de las dificultades que planteó la expedición del florentino, por la escasa información existente, Ruiz Guiñazú consideró el testimonio “manuscrito del comerciante alemán Valentín Ferdinand, quien vivía en Lisboa en 1503 y escuchó de viva voz la narración exacta a algunos de los expedicionarios o acaso al propio Vespucio”, quien había manifestado que el navegante había recorrido 2500 millas “a lo largo de la costa inexplorada”.
Se tiene certeza que arribó a San Vicente el 22 de enero y el 24 a Cananea, “habría tenido 35 días para superar la distancia de 25° de latitud que lo separaba del Puerto de San Julián, frente a las Malvinas”. Así pretendía dar con algún paso hacia el sudoeste.
“Llegado a San Julián, precisamente en el grado 50, Vespucio volvió de regreso. Tócale, pues, la triple gloria de haber descubierto la costa oceánica sudamericana desde el Cabo San Roque hasta casi el Estrecho, sin interrupción; de haber surcado de través, como feliz precursor, las aguas del estuario del Plata y de haber alcanzado, el primero, la más elevada latitud austral” .
Vespucio había partido de Lisboa en 13 de mayo de 1501, en 64 días hace la travesía oceánica alcanzando el Cabo San Roque o el Cabo San Agustín, o sea el 16 de agosto. Llega a Bahía el 1° de noviembre, a Río de Janeiro el 13 de diciembre, al río de Cananor el 24 de enero, fecha en que puntualiza el grado 25 de latitud sur”, habiendo “recorrido aquí casi 2000 kilómetros de costa…” (op.cit.).