Conducción sobre escarcha o nieve: Sugerencias
En sintonía vial

Conducción sobre escarcha o nieve: Sugerencias

18/04/2018
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as bajas temperaturas acarrean serias dificultades a la hora de la circulación.
En temporadas invernales, con el termómetro a menos de 4  grados empiezan a aparecer las primeras manchas blancas o espejadas, lo cual nos indica que estamos en presencia de hielo, que al igual que la nieve complican la adherencia del vehículo en el asfalto; además debemos tener presente que las superficies por donde circulamos están en permanente cambio;  agua de lluvia, nieve, agua de deshielo arrastrando siempre arena, estas condiciones serian un combo perfecto para derrapar en calles y rutas.
Después de una nevada se empieza a compactar la nieve por el aplastamiento de los vehículos convirtiéndose,  en una verdadera pista de patinaje; aquí empieza nuestra odisea de circulación, porque si no se extreman las medidas, no hay clavos que nos frene y es ahí donde debe actuar el sentido común de un conductor.
Debemos tener muy presente que el neumático con clavos tiene un solo fin y es el de poder circular, no fueron fabricados para alta velocidad.
Es posible evitar el empañamiento del parabrisas y luneta trasera colocando una media con piedritas sanitarias para gatos, entre desempañador  y vidrio, esto absorbería la humedad y evitaríamos la condensación.
Al conducir con nieve o hielo la tracción del rodado se ve disminuida a un 10% de lo normal.
Un contrapeso en el baúl de nuestro vehículo, ya sea bidones de agua o alguna bolsa de arena nos ayudaría a mantener la presión sobre la calzada.
Es aconsejable evitar maniobras y cambios bruscos de velocidades.
Reducir el cambio de marchas, utilizar  las marchas más largas y si es automático comenzar a utilizar el modo Snow o Winter (idóneos para conducir con nieve).
Las condiciones de frenado se complican porque necesitaríamos anticiparnos en tiempo y en distancia bastante prudencial ya que podríamos derrapar hasta en velocidades mínimas.
En ruta debemos considerar las velocidades mínimas y la distancia entre los vehículos que debería ser tres veces mayor de lo normal y así tendremos más tiempo de reacción ante alguna eventualidad.
Si empiezas a derrapar no frenes ni hagas movimientos bruscos, levanta el pie del acelerador, gira el volante hacia donde ha girado la parte trasera del coche y endereza.
Hay que tener presente que mientras conduces y está nevando se produce ante tus ojos una cortina en movimiento que tu vista debe filtrar para no colisionar  con quienes se interpongan en la calzada.
Antes de aventurarte en estas condiciones climáticas infórmate, ya sea radialmente o simplemente acércate a algún puesto de control y así evitaríamos mayores sobresaltos al emprender un viaje.

Autor : Hector Elias
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