Rotondas, un buen ordenador
En sintonía vial

Rotondas, un buen ordenador

25/04/2018
E

l concepto es muy recurrente a construcciones y estructuras  de forma circular; en nuestro país el más usado seria para construcciones viales que mejoran el flujo del tránsito, en cruces de caminos  rutas, avenidas y calles reduciendo  el peligro de que se produzcan siniestros y/o accidentes con pérdidas lamentables.
En algunas ciudades los encargados de tránsito, cuando observan que el flujo del mismo supero las expectativas de la rotonda  procedieron a colocar semáforos.
En nuestra provincia pese a tener un parque automotor importante todavía no llegamos a esas instancias.
Para ingresar ordenadamente en una rotonda debemos bajar la marcha a 20 km/h, esto nos permitiría circular fluidamente y con seguridad, porque el apuro en este tipo de ordenador no es un buen aliado.
Reducir la marcha haría que nuestro predecesor se anticipe a nuestra maniobra y si existiese paso peatonal previo a la rotonda, recuerde que el peatón tiene prioridad.
Una vez que llegamos a ella debemos ceder el paso a quien circula por la misma, en toda rotonda su circulación debe ser ininterrumpida para quienes están dentro de esta.
Si vamos a atravesar nuestra rotonda en forma recta, una vez ingresada en la misma mantengamos el carril exterior hasta que haya que salir, previa señalización con luz de giro bien haya pasado la salida anterior.
Debemos saber previamente que salida vamos a escoger y así consiguientemente circular por el carril más próximo a la salida escogida.
Mientras circulamos en ella debemos anunciar con luz de giro que estamos por cambiar de carril o abandonar el ordenador,  el 80% de los conductores no lo hace, no olvide que si nuestra maniobra es riesgosa es preferible dar un giro completo y que nuestra salida sea segura.
Si estamos en ruta y próximos a una zona urbana se debe estar atentos; algunas ciudades tienen en su entrada principal este tipo de ordenadores que en la mayoría de los casos sus carteles, ya sea por ser chicos o mal ubicados y sin sus respectivas señalizaciones pasan desapercibidos al conductor.
Muchas ciudades ocupan el espacio central de las rotondas con fuentes, mástiles, monumentos alegóricos etc., o simplemente como lugar de esparcimiento, esto hace que los conductores confundan su función por estar sin la debida carcelería de prevención y circulación.
Podría decirse en pocas palabras que nuestra rotonda, glorieta o círculo en cuestión es un Ordenador Vial al que se accede despacio y en forma ordenada respetando las distancias e interpretando las maniobras de nuestros antecesores, que nos llevaría con paciencia y buen tino a encarrilarnos y salir de ella sin mayores sobresaltos.

Autor : Hector Elias
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