Unas cartas avivan la fantasía de la “Ciudad de los Césares”
El 6 de junio de 1764

Unas cartas avivan la fantasía de la “Ciudad de los Césares”

06/06/2018
L

a publicación en Londres de cartas escritas por un supuesto habitante de la “Ciudad de los Césares” genera una nueva oleada de crédulos de la leyenda, que durante más de dos siglos obsesionó a los europeos.
James Burgh se presentó “como el editor de un conjunto de nueve cartas que un habitante de la Ciudad de los Césares –nada menos que one of the Senators of the Nación- Mr. Vader Neck, enviara a un amigo suyo en Holanda. Esta correspondencia apócrifa describe desde dentro de la ciudad y está en boca de uno de sus gobernantes. Esto ya es una neta originalidad; que sea un habitante, no un visitante ocasional, quien describa la organización interna de un reino…” (Ernesto Morales. La ciudad encantada de la Patagonia).
La descripción incluye su ubicación geográfica, al situarla en la vertiente oriental de los Andes, en el actual territorio argentino, “a los 43° o 44° de latitud Sur, esto es justo en la mitad y al oeste de la provincia de Chubut”. Se trataría de un enclave rodeado de montañas.
La capital es Salem y su urbe se compone de un cuadrado de un kilómetro y medio de lado, “son siete manzanas por lado”, siendo el ancho de las calles “de veintisiete metros, lo que da sobrada holgura al movimiento ciudadano”. “Las casas son de dos plantas, todas iguales, con un jardín amplio, casi huerta. El asiento del gobierno ejecutivo y del senado está en el centro mismo de la ciudad. Cuenta ésta con una Biblioteca, un Museo de Curiosidades Naturales, tres Escuelas y un Cementerio”.
La utopía se ve encarnada en la organización social, dado que “todos los habitantes son hermanos y se deben mutua ayuda. Sólo no trabajan las viudas y los huérfanos, a cargo del Estado. Nadie puede poseer más de veinte hectáreas”.
Al remitirse a la historia, el supuesto autor de la misiva, relató que la “República fue fundada en el siglo XVII por ciento cincuenta familias holandesas al mando de Alphen, su primer gobernador. Llegaron en tres barcos –uno naufragó en el Estrecho- que transportaban herramientas, semillas, alimento para dos años de posible escasez, medicamentos, armas, libros sobre artes, oficios y ciencias y diez casas prefabricadas para instalarse provisionalmente. Venían, además, a bordo 200 niños huérfanos” (op.cit.).
Este éxodo fue una reedición imaginada del protagonizado por los colonos británicos que llegaron en el “May Flower” a costas norteamericanas.

Autor : Bernardo Veksler
Etiquetas
Cuál es tu opinión sobre la nota?
  • Me interesó
    75%
    3 votos
  • No me interesó
    25%
    1 voto