a promulgación de la Ley 947 le permite al Poder Ejecutivo Nacional obtener los recursos necesarios para emprender acciones para instrumentar la frontera sur argentina en los márgenes izquierdos de los ríos Neuquén y Negro. La norma autorizaba al presidente Nicolás Avellaneda a gastar hasta un millón seiscientos mil pesos para concretar los límites establecidos por una ley del año anterior.
Estos recursos brindaron sustento a la política que se proponía instrumentar Julio Argentino Roca, al asumir como flamante ministro de Guerra, y que se denominó “Campaña del Desierto”, a pesar de los miles de pobladores originarios establecidos en esos territorios.
Esa campaña iniciada por Roca, en enero de 1879, y continuada por el general Conrado Villegas, culminaría con la incorporación de la zona de Choele Choel y del nordeste neuquino.
En los años previos, la demanda creciente de tierras de los productores ganaderos bonaerenses fue imponiendo el eje de la política del gobierno asumido en 1874. “El Estado nacional, además de procurar satisfacer los intereses de la oligarquía pecuaria, también demandaba territorios sobre los que extender su creciente poder; tierras que además podrían constituir una importante fuente de ingresos por medio de su arriendo o venta” (Marcelo Gavirati. Chupat – Camwy Patagonia).
La respuesta a esa demanda fue encarada con políticas distintas. El primer titular de la cartera de Guerra, Adolfo Alsina, había implementado una estrategia defensiva para contener a los malones y poder salvaguardar a los hacendados que avanzaban hacia el sur bonaerense. Esa línea defensiva se estructuró en torno a la denominada “Zanja de Alsina”, que consistía en una serie de fosas y terraplenes, con un encadenamiento de fuertes y fortines construidos en el oeste de Buenos Aires y que pretendía extenderse por seiscientos kilómetros hasta alcanzar la localidad mendocina de San Rafael.
Roca calificó a este megaproyecto como un disparate y la comparó irónicamente con la muralla china. Al suceder a Alsina, luego de su fallecimiento, planteó un cambio de estrategia, inspirado en lo realizado en su momento por Juan Manuel de Rosas con su ofensiva militar contra los pueblos originarios. El desarrollo de la “Campaña del Desierto” proyectaba incorporar la totalidad de la región pampeana y desembarcar en la Patagonia empujando hacia el sur a los nativos.
